Alegoría del buen gobierno

 

Ambrogio Lorenzetti fue un importante pintor de frescos del siglo XIV, representante del gótico italiano y deudor de Giotto, que en los años treinta ocupó el puesto de pintor principal de Siena. En este período pintó el fresco de las paredes de la sala dei Nove del Palacio Comunal, sitio de reuniones del consejo de los principales gobernantes de Siena, lo cual inspiró sus alegorías del buen y mal gobierno, con detalles de un amplio ideario plasmado a modo de metáfora.
El fresco ilustra la virtud y el vicio, temática que cuenta con una larga historia en el arte medieval. En el muro frontal, situado frente a los ventanales, se encuentra la idea fundamental. A la derecha está la personificación del Buen Gobierno, significando al mismo tiempo Siena y la representación del bien común. A la izquierda la Justicia acompañada de la Sabiduría, de la que parte la Concordia trenzando una cuerda que llevan juntos los 24 consejeros de la ciudad, algunos de los cuales son claramente retratos.
Lorenzetti puso en escena el ciclo de modo tal que el espectador, al entrar en la sala, observara primero los sinsabores del Mal Gobierno y al volverse a la derecha, la imagen opuesta, la Justicia. Aparte de la secuencia de izquierda a derecha destacan los ejes conceptuales. En el muro del Buen Gobierno el eje principal es la personificación de la paz, ubicada entre este último y la Justicia.
Además de estas composiciones hay dos vistas de campo y ciudad en las que el pintor muestra las consecuencias de sendos gobiernos -el de la ciudad mal gobernada está casi echado a perder-. Se trata de las primeras vistas panorámicas del campo y la ciudad desde los tiempos clásicos, que expresan de forma dramática el dominio de la estructura y el control del espacio y la distancia que habían conseguido los pintores italianos durante la primera mitad del siglo, así como un deleite en el detalle descriptivo organizado a gran escala y con notable riqueza, para formar un conjunto espacialmente convincente.
En el sector que expone las consecuencias de la Paz y el Buen Gobierno las figuras del primer plano son de mayor tamaño, al igual que las construcciones de delante son mayores que las de atrás, en un ejercicio de perspectiva. Una serie de figuras danzantes componen el eje principal para la representación de la ciudad y las ocupaciones de sus habitantes. El grupo que danza en corro es la clave del cuadro: la paz es alegría. La misma idea se desarrolla en las personas dedicadas a cazar, montar a caballo o trabajar. Otro tema importante es la seguridad que proporciona la paz, representada arriba a la izquierda. Se puede afirmar que la ciudad bien gobernada a que se alude es Siena -la cúpula y el campanile de la catedral se ven en la esquina superior izquierda-.
Estos indicios vinculan el fresco de Lorenzetti con el género de retratística arquitectónica que surgió a fines del siglo Xlll, época en que los pintores comenzaron a especificar ambientes concretos utilizando la incorporación al paisaje de objetos reconocibles.
El fresco Alegoría del Buen Gobierno (Effetti del Buon Governo), fue realizada entre 1337 y 1339, mide en conjunto 350 x 700 cm, y se encuentra en el Palacio Comunal de Siena.

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