Durante el Reino Antiguo, alrededor de 2850-2200 a.C., se introdujeron dos avances importantes, ambos inspirados en descubrimientos hechos en otros países. El primero fue la sencilla rueda lenta, traída de Mesopotamia. Las formas de las vasijas se hicieron más finas, debiendo mucho a sus prototipos de metal.
Son característicos los aguamaniles con caño, los jarros con pico, cuencos con los bordes curvados hacia adentro, vasos altos para las libaciones, los pies altos para los vasos rituales y pies bajos para los recipientes domésticos.
Alrededor del 2500 a.C. se produjeron en Meydum cuencos muy finos que reflejaban el interés contemporáneo por el trabajo del metal. Estos cuencos carenados tenían el fondo redondeado y las paredes agudamente anguladas; la arcilla se preparaba cuidadosamente y las paredes eran delgadas y fuertemente bruñidas. Las formas sencillas y la decoración daba a los cuencos una calidad refinada y precisa, de la que carecían otras cerámicas contemporáneas.
El segundo avance fue la producción de objetos vidriados moldeados. Se trabajaba con gran habilidad el oro, cobre, las piedras preciosas, marfil, alabastro y madera. Había gran interés en producir una pasta artificial para reemplazar la piedra de jaboncillo que se había utilizado en la manufactura de pequeños objetos vidriados, es lo que a menudo se conoce como fayenza o pasta egipcia.
Esta mezcla fue un desarrollo técnico utilizado en Mesopotamia y se hacía juntando arena de cuarzo pulverizada con un material alcalino conocido como flujo, o fundente, el cual hacía que la arena de cuarzo se fundiese a temperatura de trabajo. Los fundentes utilizados fueron la potasa, que se encuentra en las cenizas de madera, y natrón, que es un mineral que contiene sodio y que se encuentra en el desierto occidental de Egipto.
Los pequeños objetos moldeados con esta mezcla forman una superficie brillante cuando se calientan suficientemente a elevada temperatura; si en la pasta se encuentran presentes pequeñas cantidades de cobre, en la superficie se forman unos ricos colores turquesa, mientras que si hay pequeñas cantidades de manganeso, dan una superficie púrpura.
En Egipto los primeros objetos de fayenza se hicieron en Badari, Alto Egipto, en forma de cuentas. Más tarde llegaron las pequeñas piezas de joyería, figuritas, amuletos, vasijas para líquidos preciosos, como perfumes y ungüentos, incrustaciones para féretros, mobiliario y paredes de los templos. Se hicieron pequeños recipientes en moldes de figuras muy complejas, cuya gama incluía cestos con tapa y granadas modeladas, aunque hasta 1000 a.C. los objetos raramente excedían los 8 cm. de altura.