La costa oeste y las montañas occidentales de Suramérica, conocidas como los Andes, abarcan Perú y Bolivia, produjeron cerámica que, aunque sin la utilización del torno y la falta de vidriado, tiene un estilo diferente de la hecha en Centroamérica.
Entre la gente de América Central y del Sur, parece haber habido poco comercio de mercancías, aunque sí se intercambiaron primeras materias. Puesto que el territorio ocupado por los Andes es largo de norte a sur, y estrecho de este a oeste, es posible separar la región en grupos estilísticos de norte a sur.