El desarrollo de esta zona, que comprende principalmente el México moderno, puede dividirse en tres fases después del período arcaico.
El período desde 1500 a.C. a 300 d.C., es conocido como el «formativo», del 300 al 900 d.C., como el «clásico» y del 100 a 1520 d.C. como el «posclásico».
El área geográfica es grande, con muchas tribus y costumbres locales, y solamente es posible mencionar los centros principales. Aunque cada grupo desarrolló un estilo de decoración y costumbres particular, todas ellas tienen un fondo común, que incluye la estructura geográfica, el papel de corteza o los libros de piel de venado, mapas, calendarios, astronomía y un curioso juego de pelota, el tlachtli, jugado con una pelota de caucho en un frontón cuidadosamente preparado.
Durante el período clásico cada ciudad-estado existía pacíficamente. Las ciudades independientes estaban controladas por el sacerdocio y se disfrutaba de todas las ventajas de la paz, florecía el comercio y la cerámica se vendía ampliamente.
El fin del período clásico está señalado por la caída de Teotihuacan, la ciudad fantástica de las tierras altas de México, que anunció un período de violencia y agresión, durante el cual las guerras se hacían para conseguir víctimas sacrificiales, con lo que tuvieron lugar sacrificios humanos en gran escala.
Finalmente, los aztecas lograron el dominio, que retuvieron hasta su derrocamiento por Cortés (1519-1521 d.C.).