Las tradiciones de la cerámica popular americana derivan de los diseños, estilos y técnicas introducidos desde Inglaterra y Europa.
Las exigencias de la comunidad, el cambio del género de vida, la disponibilidad de primeras materias y de habilidad en el trabajo, estimularon la inventiva y gradualmente comenzaron a surgir formas y estilos propios.
Pueden reconocerse dos tipos característicos de cerámica: el barro cocido, producido desde aproximadamente 1640 hasta 1785, hecho principalmente en las colonias de Nueva Inglaterra, particularmente en Massachusetts y Connecticut, y también en Pensilvania oriental; y la loza, cuya producción comenzó alrededor de 1700 y duró hasta aproximadamente 1900.