Aproximadamente 1-1200 d. C.
La cultura mochica surgió alrededor del 1 d.C. y duró hasta aproximadamente el 1200 d.C. Los mochicas eran ingenieros brillantes y construyeron sistemas de riego complicados, que incluían acueductos.
El principal material de construcción era el adobe, más que la piedra, y por ello no se construyeron grandes estructuras de albañilería. La cerámica mochica es muy conocida por su buena conservación en las tumbas y ha sido estudiada detalladamente por la luz que proyecta sobre la vida contemporánea.
Los principales productos agrícolas eran el maíz, patatas, judías, guisantes, calabazas, algodón, cacao y frutas; a menudo las vasijas se hacían en forma de frutas como, por ejemplo, la pina o la calabaza. La cerámica era característica y se hizo por métodos distintos de los utilizados en América del Norte y América Central.
El método principal de producción eran los moldes hechos de arcilla cocida, aunque a menudo las vasijas tenían modelados adicionales.
Por esta razón las vasijas, aunque técnicamente excelentes, tenían una calidad mecánica característica. Los diseños, tomando a menudo la apariencia de figuras humanas o animales, estaban cuidadosamente ejecutados y bien pintados.
El arte mochica tenía una fuerte tradición estilística, similar en muchos casos a la de los egipcios. Convencionalmente la figura humana se representaba en tres partes, cada una de las cuales mostraba su aspecto más claro. Las piernas se mostraban de lado, generalmente en posición abierta, sugiriendo el movimiento. Los cuerpos se mostraban de frente, con los hombros escuadrados, mientras que las cabezas se representaban de perfil.
aunque el ojo permanecía totalmente de frente. A veces las figuras reales eran una excepción a esta regla y esto se aplicaba también a las figuras en relieve sobre las cerámicas. La decoración de las vasijas, en oposición a otras formas de arte, parece haber permitido una libertad de expresión ligeramente mayor. El arte relacionado con los simbolismos religiosos, las escenas de ceremonial secular de fausto y guerra, contrasta fuertemente con los animales y pájaros modelados en las vasijas, con un frescor directo que sólo puede proceder de una estrecha observación. En la decoración de la cerámica no se hace ningún intento por sugerir la perspectiva o el volumen.
Las escenas de la vida diaria modeladas o pintadas en la cerámica proporcionan una soberbia evidencia documental sobre la vicia de los mochicas. Parece que los mochicas eran vigorosos y hábiles en la guerra, utilizando hachas, mazas, espadas, escudos, yelmos y tambores. La arquitectura incluía estructuras religiosas y militares, así como simples casas techadas con paja. Representaron numerosos dioses, indicando una religión politeísta.
Se muestran los dioses del maíz y de otros productos agrícolas, y mucho más evidente es una deidad felina. Los instrumentos musicales de viento y percusión, hechos de arcilla, para acontecimientos religiosos y seculares incluyen la flauta, la trompeta, el cuerno y las sonajas.
Aunque los caminos eran buenos, parece que no utilizaron vehículos con ruedas. En su lugar se utilizaban largas reatas de llamas y en las islas costeras se tenían barcos y balsas. El pescado, una valiosa fuente de alimentación, se capturaba por distintos procedimientos: arpones, anzuelos y redes soportadas por flotadores de calabazas. Se muestran con detalle los vestidos, más complicados y ornamentados para los hombres, especialmente los complicados adornos para la cabeza.