La cultura tiahuanaco, centrada en el lago Titicaca, o cerca de él, en Bolivia, estaba muy organizada políticamente; se han conservado testimonios de grandes entradas y ciudades amuralladas. La cerámica es severa y carece de la calidez de otras culturas.
Las vasijas altas cilíndricas, cóncavas, son típicas del desarrollo de esta cultura, en la etapa de la construcción de las ciudades (1000-1200 d.C).
En el valle de Chancay se desarrolló un estilo de cerámica propio, aunque sin ambición. Se hicieron jarros delgados y porosos en forma de huevo, con el fondo más redondeado que la parte superior.
Se aplicaron elementos humanoides, a menudo diminutos, en relieve, y fueron combinados con frecuencia con decoración pintada en blanco y negro.