El incremento del comercio europeo, en el siglo XVI, muestra la importación en Inglaterra de dos grandes tipos de cerámica continental y la subsiguiente utilización de técnicas de manufactura similares: una fue la loza vidriada a la sal de Alemania, que se tratará más adelante, y la otra el barro cocido vidriado al estaño europeo, conocido como mayólica.
El barro cocido blanco vidriado al estaño se importaba vía Países Bajos, donde lo hacían los ceramistas flamencos. Más tarde la industria se centró en Holanda, en Delft, y con frecuencia la cerámica blanca vidriada al estaño era conocida en Inglaterra como cerámica de Delft.
En Francia la cerámica vidriada al estaño fue conocida como fayenza, por la ciudad italiana de Faenza, que era uno de los principales centros de su manufactura en Italia.