Un grupo de vasijas finamente hechas y bien cocidas se han encontrado en los lugares de los monasterios benedictinos, o cerca de ellos; fue hecha probablemente por los monjes y se conoce a menudo como cerámica cisterciense.
La producción parece haberse reducido por la desolación de los monasterios en 1540 y cesado finalmente en el siglo XVII.
La cerámica es dura, indicando una temperatura de cocción bastante alta y se caracteriza por un cuerpo rojo oscuro, vidriado interior y exteriormente, con un vidriado marrón oscuro teñido con manganeso; ocasionalmente se utilizó como decoración engobe blanco chorreado o pastillas aplicadas de arcilla blanca.
Se hicieron copas para beber con varias asas, que precedieron al tyg, mucho más común. Esta tradición de barro cocido, de cocción dura y decorado con engobe, se continuó más extensamente en Tickenhall, Derbyshire, aproximadamente desde el comienzo del siglo XVII hasta el 1700.