Tamerlán o Timur el Cojo (1336-1405 d.C.) fue uno de los más crueles y sin piedad de los caudillos turcos.
En 1369 estableció un nuevo imperio mongol en India, Rusia y el Levante, convirtiendo Samarcanda en su capital y él mismo fue soberano del Islam conquistado. Tuvo lugar un breve resurgir de las artes, pues Tamerlán tenía un gran amor y respeto por el arte y la arquitectura y se rodeó de los artesanos más hábiles de su tiempo.
Sin embargo, no fue hasta el tercer gran período del estilo islámico, que comenzó con la conquista de Constantinopla, en 1453, por Mohamed II y el establecimiento del Imperio otomano extendido a Egipto y Siria, así como a Europa, cuando los artesanos tuvieron su siguiente gran resurgir. Gran parte del Imperio continuó intacto hasta el siglo XIX.