Durante el período del 500 al 1000 d.C., continuó de forma diferente la tradición anterior de la cerámica romana, pero la caída del gobierno central y el consiguiente declive de las artes significó que, en esta época, se hiciesen pocos nuevos avances. El contacto con el Imperio bizantino, a través de Venecia y Ravena, al norte, fue probablemente el responsable del amplio uso de vidriado de plomo.
Excavaciones recientes han sacado a la luz una serie de objetos de cerámica doméstica producida alrededor del siglo VII y VIII, con vidriado al plomo verde oscuro amarillo. También se han encontrado en Ostia, el puerto de Roma, y en la misma Roma, recipientes que datan del siglo IX y cuya decoración en su mayor parte está limitada a líneas onduladas o aplicaciones de pellitas de arcilla en forma de rosetas.
Durante los siglos XI y XII se importaron de los países musulmanes vasos decorados, que se colocaron a menudo en los muros exteriores de las iglesias, como la de Pisa, para utilizarlos como decoración. A menudo se dejaban huecos especiales en las paredes para sostenerlos. Los vasos, aunque eran muy admirados, no se colocaban nunca en el interior de las iglesias, probablemente porque venían de un país pagano. No pasó mucho tiempo para que esta cerámica decorada fuese imitada en Italia por los ceramistas italianos.
Es interesante que Italia, un país con larga tradición pictórica, tuviese que adaptar la técnica de la pintura sobre la cerámica y desarrollarla como una rama de las artes del Renacimiento. La decoración de mucha cerámica, especialmente la hecha en el siglo XVI, es a menudo superior a la forma y es la pintura lo que más se valoró. De alguna forma esto contradice uno de los principios básicos de la cerámica, el de que la forma debe dominar sobre la decoración de la superficie, y se opone al criterio usual para la evaluación del trabajo del ceramista.
La cerámica italiana debe ser contemplada para disfrutarla desde un punto de vista diferente, aunque los procesos decorativos desarrollados en Italia fuesen esencialmente los utilizados por los ceramistas. Una serie limitada de colores, impuestos por los óxidos colorantes y un método de pintado directamente sobre la superficie absorbente del vidriado sin cocer, lo que elimina el borrado y el repintado, condujeron al desarrollo de un estilo de decoración recia y fresca, que solamente puede considerarse como una rama del arte de la cerámica.
El barro cocido vidriado al estaño, solamente comenzó a conocerse como mayólica en el siglo XV. El nombre se derivó de la cerámica vidriada al estaño importada de España en barcos mallorquines. La mayólica italiana puede dividirse en tres grupos distintos, basados principalmente en el tratamiento decorativo.
Tarro de farmacia o albarelo. Vidriado blanco al estaño con decoración de mayólica pintada en morado y verde. Los dibujos geométricos sencillos o florales con una serie limitada de colores eran característicos de los primeros objetos de mayólica. Italiano, finales del siglo XIV. Alto 19 cm. (Victoria and Albert Museum, Londres.)