El uso del engobe fino blanco sobre la arcilla roja se desarrolló alrededor del siglo X y fue utilizado con gran efecto sobre el interior de los cuencos. Muchos se decoraron con dibujos esgrafiados y recubiertos con un vidriado incoloro o transparente coloreado. La primera cerámica esgrafiada tiene una decoración lineal en la que los dibujos se rayaban con una punta fina. Se utilizaron motivos geométricos de volutas, puntos y zigzag.
La decoración espacial se logró utilizando una herramienta plana similar a un cincel, para quitar grandes zonas de engobe, lo que dejaba a la vista el cuerpo oscuro mostrando encima el dibujo blanco en ligero relieve. Los dibujos más corrientes fueron círculos, líneas ondulantes, árboles, motivos ajedrezados, cruces, rosetas, estrellas de cinco puntas, animales, peces y pájaros; la figura humana aparece sólo ocasionalmente.
Las cerámicas de engobe se pintaron a veces con colores verde y marrón, bajo el vidriado. Alrededor de la mitad del siglo XIV se hizo cerámica marmolada utilizando engobes de distintos colores, que se entremezclaban alrededor del interior de los cuencos.
Por la evidencia de estas excavaciones, Bizancio podría parecer ser esencialmente un depositario de las técnicas y procesos. En efecto, se conserva aquí el lenguaje y conocimiento del griego, continúa el sistema imperial romano y se codifica el derecho romano. Se conservó gran parte de la tecnología anterior y se desarrolló durante la expansión de Europa en la Edad Media.
Los ceramistas continuaron utilizando el vidriado al plomo, el cual se perfeccionó técnicamente para dar resultados más uniformes.
En el siglo IX su uso se extendió a Alemania, Países Bajos e Inglaterra. Sin embargo, el nacimiento más tardío de un nuevo arte grecooriental dedicado a la glorificación de la religión cristiana, es evidencia de una civilización rica y previsora. Las futuras excavaciones sacarán a la luz, indudablemente, más cerámica y quizás entonces la historia de la cerámica bizantina será conocida más ampliamente.
Plato de barro cocido rojo, con decoración incisa a través de engobe blanco y vidriado al plomo amarillento, pintado con engobe rojo con
toques verde y morado. Diámetro 41 cm. De la región alemana de Crefield. Fechado en 1746. (Victoria and Albert Museum, Londres.)