Los primeros asentamientos en los cuales los campesinos vivían en casas de labor, cultivaban cosechas, guardaban ganado vacuno y ovejas, tejían y hacían vasijas, se fechan entre 3500 y 3000 a.C. Esta civilización es conocida como período Hassünah. Las vasijas de este tiempo estaban bien desarrolladas y se agrupaban en dos tipos principales. El primer grupo, procedente de Mesopotamia, viene de lo que más tarde fue Asiría.
En Nínive y Tell Hassünah, entre otros lugares, se han encontrado cuencos y jarrones globulares. Lo que hace característica esta cerámica era su decoración a base de dibujos lineales sencillos, incisos. La cerámica de Samarra, llamada así por el lugar en que se encontró, forma el segundo grupo. Se caracteriza por su decoración pintada en lugar de incisa.
Dibujos geométricos sencillos pintados con pigmento rojo, o marrón purpúreo sobre un engobe crema mate. Finalmente se incorporaron en los diseños motivos naturales semiestilizados, de figuras humanas y animales. Es probable que la cerámica de Samarra se originase en la meseta Iraniana, al este, y fue, o bien importada, o traída por las gentes que se desplazaron a las tierras más fértiles de Mesopotamia.
Jarro procedente de Arpachiyah, en lo que ahora es el norte de Irak, con decoración formal pintada de negro. Aproximadamente 5000-4500 a.C. (British Museum.)