Arte Pala

En cuanto a los iconos en bronce suelen ser de pequeña talla, aunque se conocen ejemplos que alcanzan o sobrepasan la estatura humana: por ejemplo, el Buda, de pie hallado en Sultanganj, distrito de Bhagalpur, de 2,25 m de alto, y conservado en el Birmingham Museum and Art Gallery. Fundidos a la cera perdida con una aleación compuesta de ocho metales (cobre, estaño, plomo, antimonio, zinc, hierro, oro y plata), dichos bronces estaban a veces recubiertos con una débil capa de caolín o de arcilla, de tinte verde o pardo, que adquiere el aspecto de una pátina. En general, siguió la evolución de las imágenes de culto en piedra, con la diferencia de que presentan muy a menudo un aspecto calado, estando el fondo de la estela remplazado por un encuadre en cuyo interior los temas se recortan en el vacío, lo que les confiere una especie de dinamismo del que están desprovistas las estelas.
El estilo Pala no parece haber tenido en la India descendencia directa alguna. En cambio, debieron de establecerse relaciones particularmente fructuosas entre los imagineros Pala y los imagineros indonesios desde principios del siglo IX. No sólo muchos bronces indonesios de los siglos VIII-IX recogen, hasta confundirse con ellos, las fórmulas de los bronces Pala de esta época, sino que más de doscientos bronces de esta procedencia han sido hallados en las ruinas del monasterio I de Nalanda, consagrado bajo el reinado de Devapala (hacia 810-850) en ocasión de una embajada del rey de Sumatra y destinado a albergar a los peregrinos originarios de esta región. Dichos contactos debieron de renovarse en varias ocasiones y por ello pueden notarse analogías sorprendentes entre las estelas Pala y las imágenes de culto de Java oriental, visiblemente inspiradas en las primeras y perperuadoras de sus características hasta el siglo XIV, mucho tiempo después de la desaparición de las escuelas Pala en la propia India.
Estas escuelas influyeron también en el arte birmano; relaciones religiosas directas unieron a Birmania y la India Pala: así, el rey Kyanzittha (1083-1113) mandó hacer restauraciones en el célebre santuario de la Mahabodhi en Bodh Gaya, y el rey Nandaungmya (1211-1230) hizo construir una réplica suya en Pagan. Es posible asimismo que el templo cruciforme de Paharpur (Bengala septentrional) hubiese sufrido influencias birmanas: en él vemos empleada la bóveda de sillares, muy excepcional en la India y frecuente en Pagan; también se encuentra en dicho templo un grupo de más de dos mil placas de barro cocido que adornan el basamento del templo y datan de alrededor del siglo X. Dichas placas ostentan bajos relieves con personajes, de un estilo diligente y pintoresco, cuyas composiciones simplificadas no dejan de recordar las de las placas esmaltadas que decoran varios santuarios birmanos del siglo IX al XII.
Notemos por último que el arte Pala se transmitió al Nepal, cuya proximidad geográfica y cuya adopción de la tradición budista y tántrica lo designaban naturalmente para recibir las formas plásticas y el repertorio iconográfico de aquel arte. Aunque no conozcamos en dicho país muchas obras que se remonten más allá del siglo XV, esta transmisión es innegable y -al igual que Bengala y Bihar habían tenido el papel de conservadores después de los pos-Gupta- el Nepal a su vez prolongó hasta la época contemporánea los estilos Pala y Sena, introduciéndolos en parte en su vecino, el Tibet.

Bodhisattva Padmapani
Bodhisattva Padmapani (Museo Nacional de India, Nueva Delhi). Imagen del siglo IX, realizada en piedra, correspondiente a la dinastía Pala y procedente de Nalanda.