Brahma, el creador

 

La India ha seguido una evolución religiosa cuyos inicios se remontan miles de años atrás. Por tanto, al estudiar la historia de la India, y en particular el desarrollo de su arte, se debe hacer mención a las diversas religiones que han alternado su influencia en el devenir de esta enorme península asiática. Asimismo, no hay que pensar que aquellas alternancias se producían sin modificar los esquemas de los credos, ya que éstos se influían, se transformaban y, en última instancia, se enfrentaban.
Budismo, jainismo, brahmanismo... como sucede con el Islam, del que de habla en otra parte de este sitio, la religión y la vivencia de la espiritualidad condicionan profundamente la vida de la India medieval en todos los sentidos. El interés por el brahmanismo se debe, especialmente, porque es la religión que profesan en la actualidad casi dos tercios de la población de la India. El vocablo brahmanismo deriva de la palabra brahmana (sacerdotes) y hace referencia a la doctrina religiosa que surgió de esta casta india de sacerdotes que se acaban de mencionar.
El brahmanismo se fundamenta básicamente en el vedismo, y presenta algunos rasgos realmente singulares si se lo compara con las otras grandes religiones del mundo. Tres son sus dioses: Shiva, el que destruye; Vishnu, el que conserva; y Brahma, el creador. La creencia fundamental es la reencarnación de las lamas y, por otro lado, a los seguidores del brahmanismo no se les exige una vocación misionera, ni tampoco tienen un fundador.

 

Figura central de Brahma

Figura central de Brahma