El sistema de escritura de Monte Albán


Monte Albán, en el estado de Oaxaca, es uno de los yacimientos daves para comprender la evolución de las culturas precolombinas pues, entre los múltiples vestigios que ha preservado del paso del tiempo, ha guardado varias estelas en las que se puede estudiar un primitivo sistema de escritura, quizá uno de los primeros que arraigaban en Mesoamérica.
Parece claro que este antiguo sistema de escritura permitía a los za-potecas transmitir generación tras generación aspectos importantes de su cultura, como, por ejemplo, el calendario que seguían. Asimismo, en las estelas que se han encontrado con representaciones de glifos, es decir, de símbolos que permitían representar los días y meses del año, se combinan también rostros y figuras humanos, pues para hablar de una determinada persona se esculpía su rostro y se indicaba la fecha en la que había nacido.
Entre los diversos relieves que muestran la intención de cristalizar y desarrollar una manera de transmitir los conocimientos por escrito están las famosas siluetas de los danzantes, esculpidas en las lápidas más antiguas de Monte Albán.
Por otro lado, parece ser que en los primeros siglos de nuestra era, la persona encargada de escribir estos relieves se convirtió en una figura que gozó de un importante estatus. Hasta tal punto estaba bien considerada la profesión de "escritor" que muy pocos pobladores tenían derecho a ejercerla y era preciso seguir para ello una más que rigurosa formación.


Estela 12
Estela 12 con jeroglíficos, procedente de Monte Albán (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México).