Antonio Gaudí | Casa Vicens

En 1883 un joven Gaudí se enfrentaba a uno de sus primeros encargos como arquitecto. A pesar de tratarse de la obra de un principiante, la Casa Vicens permite intuir ya la imaginación, sensibilidad y destreza del creador En ella aún se aprecian las líneas rectas que posteriormente abandonaría a favor de las curvas y las formas imposibles, pero sin duda la simiente gaudiniana está presente en esta ostentosa y singular construcción.
Situada en el número 24-26 de la calle Carolines, en pleno barrio de Gracia, la Casa Vicens se muestra como una portentosa edificación que mezcla formas arquitectónicas españolas, inspiradas en la época medieval, con elementos de marcadas reminiscencias arábigas, más propias del arte mudejar que de las construcciones del momento, en las que la escuela francesa marcaba la pauta.
El proyecto, encomendado por el fabricante de azulejos y ladrillos Manuel Vicens, consistía en levantar una residencia de veraneo con jardín. La casa debía edificarse en un terreno no demasiado grande y estaría encuadrada entre edificios tradicionales. Estos condicionantes no impidieron que Gaudí imprimiera su sello personal y creara una casa diferente perfectamente adaptada a su entorno. El arquitecto la concibió como una sutil combinación de volúmenes geométricos, que se resuelve con habilidad y maestría al emplear las franjas horizontales en la parte inferior del edificio y las líneas verticales, que se acentúan al utilizar cerámica barnizada como ornamentación, en la parte superior.
El edificio, de planta cuadrada y dos pisos, es más pequeño de lo que en realidad parece. Para los muros exteriores se optó por materiales sencillos, como piedra natural de color ocre combinada con ladrillo. El resultado de esta conjunción consigue que el ladrillo resalte como elemento ornamental, al igual que los azulejos multicolores del muro, dispuestos en damero. Esta cerámica coloreada, junto a las torrecillas, otorga a la composición un sugerente aire árabe que contrasta con las formas modernistas de la verja del jardín, los pequeños balcones o el enrejado de las ventanas. La casa no conserva la glorieta, la fuente ni parte del jardín debido a una ampliación de la calle que obligó a eliminar estos elementos.
En 1925, el arquitecto J. B. Serra Martínez, respetando los criterios, las formas y los colores utilizados por Gaudí, amplió la casa. Esta intervención supuso para el inmueble, en 1927, el premio al mejor edificio concedido por el Ayuntamiento de Barcelona.

Antonio Gaudí  Casa Vicens

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