Gustav Klimt

La Filosofía

1899-1907
Óleo sobre lienzo, 430 x 300 cm.
Destruido en 1945 en el incendio del castillo de Immendorf
El éxito de la obra para el Kunsthistorisches Museum les valió a Klimt y a su socio Franz Matsch un nuevo e importante encargo, una serie de alegorías para el techo del Aula Magna de la Universidad, edificada en formas neobarrocas en la Ringstrasse. A Klimt se le encomendaron tres facultades: Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. Aunque el encargo del ministerio de Cultura es de 1893, el pintor no presentó su primer lienzo hasta 1900, en la VII muestra de la Secesión. En pocos años su estilo había sufrido una profunda transformación y sus comitentes, que esperaban una celebración de carácter historicista, con un desfile de los pensadores más célebres del pasado, se quedaron atónitos al ver el resultado. Klimt realizó una composición grandiosa y metafísica, por desgracia perdida en el incendio de 1945. La mitad izquierda está ocupada por un columna de cuerpos humanos flotantes, de las edades y en las actitudes más diversas, desde el amor hasta la desesperación. Al lado, ante un fondo tachonado de estrellas, se cierne un rostro impenetrable -el enigma del mundo- mientras que en el margen inferior, envuelto en una espiral de cabellos negros, brilla un rostro femenino de ojos iluminados, la Filosofía. Hevesi escribió un artículo entusiasta en el que admiraba la "mística oscuridad" de la obra y las "fuerzas elementales" puestas de manifiesto por el artista, y concluía diciendo que "todo este caos es una sinfonía". Muy otra fue la interpretación de la opinión pública, que juzgó incomprensible el cuadro. Mientras que la Secesión, en un largo artículo en Ver Sacrum, afirmaba la absoluta necesidad de libertad creativa para los artistas, 87 profesores universitarios llegaron a dirigir al ministro una protesta formal, acusando al pintor de ignorancia y lobreguez. En realidad, lo que más desconcertó en la Filosofía klimtiana fue el modo en que el destino de la humanidad aparecía dominado por fuerzas misteriosas e insondables que nada tenían en común con la racionalidad de Atenea.

La Filosofía  

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