Gustav Klimt

Peces de Oro

1901-1902
Óleo sobre lienzo, 150 x 46 cm.
Colección particular
Aquí Klimt aborda de nuevo uno de sus temas preferido, la asociación entre el agua y la mujer. En un líquido de aspecto mágico, irreal y nocturno flotan algunos seres femeninos. Su actitud es provocativa y sensual, efecto acentuado por las bocas entreabiertas, las miradas dirigidas al observador y las masas de cabellos largos y ondeantes. Entre ellas se ve un enorme pez dorado, como dorados son los resplandores que salpican el agua oscura: los cuerpos desnudos, por el contrario, recuerdan el nácar. Klimt ha elegido un formato alto y estrecho y una visión cercana que, junto con el vivo colorido, aumentan la fascinación del cuadro. Hevesi destacó sus cualidades decorativas y observó que el artista realza las características del agua, la transparencia y el efecto de veladura, que difumina ligeramente los contornos de los objetos, haciéndolos parecer indefinidos. Las mujeres submarinas están claramente inspiradas en las sirenas, pero el aspecto de estas nuevas encantadoras es decididamente moderno. El cuadro, expuesto en la III muestra de la Secesión, fue acusado de obscenidad; una periodista dijo, años más tarde, que la opinión pública había solicitado al ministerio de Cultura que retirase la obra de una exposición en Alemania porque el heredero al trono, que había de inaugurarla, "hubiera podido sentirse escandalizado". Klimt, cansado de la incomprensión y de la hostilidad de la prensa y de los visitantes, que el año anterior había acusado de pornografía el panel de la Medicina, hizo saber que tenía intención de cambiar el título del cuadro para dedicarlo "a mis críticos".

Peces de Oro  

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