Paul Klee

Ad Parnassum

1932
Óleo sobre lienzo, las líneas y los puntos están estampados, 100 x 126 cm.
Kunstmuseum Bern, Berna.
Como Cruces y columnas, Ad Parnassum forma parte de los experimentos en clave puntillista (o divisionista) acometido por Klee a principios de los años treinta, basados en lo esencial en la yuxtaposición de minúsculas manchas de color sobre el lienzo. El resultado obtenido con esta técnica -aquí ornamentada con un toque de blanco en el centro de cada punto coloreado, generando un efecto de mayor plasticidad y un movimiento connatural a la luz vibrante- se aproxima al bajorrelieve.
El objetivo, expresado en muchas ocasiones por el artista en discusiones teóricas, es conseguir un "dinamismo puro", utopía compartida por otros miembros de la Bauhaus. Kandinsky había introducido en muchas obras la imagen del globo o del paracaídas, mientras Moholy-Nagy teorizaba una historia del arte plástico que iba "de la masa al movimiento". Klee, por su parte, tanto en sus obras como en sus escritos teóricos, aborda el problema partiendo ante todo de la representación de figuras geométricas en suspensión, a las que confieren dinamismo unos módulos y colocaciones precisas. La representación de círculos, flechas, segmentos de líneas rectas bien marcadas y ángulos de diversos géneros, suspendidos sobre un lecho de puntitos en un continuo y vibrante realismo, va en esta dirección. Obras como Ad Parnassum y En cópula, el artista muestra en términos pictóricos un espacio cósmico de relaciones que tienen el objetivo primario de reflexionar acerca de la posibilidad de representar en pintura la perenne ambigüedad entre movimiento y eternidad. Esta obra en concreto alude a un lugar de la mitología: figura la entrada del Parnaso, morada de Apolo y las Musas.
Es la época de la salida oficial de Klee de la Bauhaus, que no supuso una ruptura rencorosa sino que fue acompañada por diversas manifestaciones de homenaje al artista suizo.

 

Ad Parnassum  

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