Paul Klee

Die Zwitscher-Maschine, La máquina gorjeante

1922
Óleo y acuarela sobre papel con acuarela y tinta sobre cartulina, 41,3 x 30,5 cm.
The Museum of Modern Art, Nueva York.
Ya plenamente inserto en las actividades didácticas de la Bauhaus en los primeros meses de 1921, Klee dirige en la sede de Weimar algunos laboratorios. La técnica del artesano, que Klee y la Bauhaus miran con agrado y consideran fundamental para el espíritu y los resultados del artista, aflora a menudo en la elección de los temas: en este dibujo el pintor crea una máquina fantástica supuestamente para la reproducción del gorjeo de los pájaros. La máquina gorjeante forma parte de una serie de obras que muestran dispositivos pseudomecánicos que parecen hallar su paralelo diez años después en las máquinas de Marcel Duchamp y Francis Picabia. Los títulos que Klee pone a las obras de estos primeros años veinte son alusivos: Aparato de tratamiento magnético de las plantas (1921), Aparato de alta acrobacia (1922), Aparato de música mecánica, etcétera. Klee y otros miembros de la Bauhaus como Oskar Schlemmer pretenden conciliar, en la práctica artística y en la elección de temas, la mecánica del progreso, cada vez más presente a nivel industrial u social, con la actitud propia, por ejemplo, de los niños; de aquí la representación de la figura humana y de su organismo como "mecanismos" que funcionan de acuerdo con pseudo-reglas mecánicas. O bien, como en esta obra, tal mecánica es identificada como una actividad de la naturaleza, de los animales u otros seres vivos. La fuente primordial de inspiración es el mundo de los autómatas músicos, bailarines y cantantes de los cuentos de Hoffman, a los que Klee dedica un ciclo de dibujos de título significativo: Escenas de los cuentos de Hoffmann (1921), Historia hoffmaniana (1921), etcétera. El gusto del artista por lo fantástico y lo fabuloso brota de estas obras como si fuesen sueños, ofreciendo libremente soluciones inéditas fuera de la realidad, con plena participación del plano acústico y visual, natural y mecánico, humano y fantástico al mismo tiempo.

La máquina gorjeante  

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