En 1877 la congregación de devotos de San José, encabezada por el librero Josep María Bocabella, empezó el proyecto de la construcción de un gran templo financiado mediante donaciones. El arquitecto Francisco de Paula del Villar que se ofreció a dibujar los planos gratuitamente, diseñó una iglesia neogótica: tres naves con una cripta orientada según los ejes ortogonales del solar.
La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, festividad de San José. Villar abandona la dirección de las obras un año después, tras discrepancias con la junta por temas económicos, ya que su proyecto excedía las previsiones del presupuesto. Joan Martorell Montells, director de la junta, recomienda al joven Gaudí, que con sólo 31 años se responsabiliza de las obras. En 1884 firma sus primeros planos: el alzado y la sección del altar de la capilla de San José, que se inaugura un año después.
A diferencia del proyecto neogótico de Villar, Gaudí imaginó una iglesia con numerosas innovaciones técnicas, de planta de cruz latina superpuesta a la cripta inicial. Sobre ella, el altar mayor se rodeó de siete capillas dedicadas a los dolores y los pecados de San José. Las puertas del crucero se dedicaron a la Pasión y al Nacimiento, y la fachada principal, que se abre a la calle Mallorca, a la Gloria. Encima de cada fachada, se concibieron cuatro torres, doce en total, que representan los apóstoles, y en medio una que simboliza a Jesucristo, alrededor de la cual se dispusieron otras cuatro dedicadas a los evangelistas y una a la Virgen. Las esculturas fueron diseñadas por el arquitecto y modeladas por renombrados artistas de la época.
El 7 de junio de 1926 Gaudí fue atropellado por un tranvía y moriría tres días después en el hospital de la Santa Creu. Fue enterrado en la cripta donde había pasado los últimos años de su vida. Desde entonces los defensores y detractores del acabamiento de las obras han suscitado numerosos debates, pero la construcción sigue su curso gracias a donaciones de todo el mundo.
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