En los primeros siglos del tercer milenio antes de Cristo, aparece, en el territorio que hoy forma la parte central de Turquía, el pueblo hitita, que con el paso del tiempo llegaría a formar un importante imperio que se extendería más allá de la península de Anatolia.
Para comprender el nacimiento y el curso del magnífico arte hitita deberá atenderse a un momento crucial en la formación de su cultura, cuando los habitantes indígenas de la Anatolia central, los hattis, contactaron con los pueblos indoeuropeos que llegaron a la zona. De este modo, se produjo una fusión entre ambas culturas; ninguna anuló a la otra, sino que supieron complementarse en aspectos como el arte, la política y la religión. Así, asistimos al inicio de lo que se ha convenido en denominar primera época hitita, en la que se alcanzó un gran auge cultural.
Los hititas fueron pioneros en el desarrollo de la metalurgia, lo cual les permitió fabricar un armamento de hierro que hizo de su ejército uno de los mejores armados de todo el mundo antiguo, capaz de someter por completo a Siria. Aunque el Estado se consolidó, las constantes guerras debilitaron mucho su economía. Así el imperio acabó por desmembrarse ante las hordas de invasores que, procedentes del mar, llegaron alrededor de 1200 a.C.
Antecedentes
Guerras contra Asiria y Egipto
La época oscura de la cultura hitita
Organización social de los hititas
