Los relieves en la roca caracterizan esta época imperial. Se trata, en general, de figuras aisladas en superficies rocosas que sobresalen en el paisaje. Los más conocidos son los de Cilicia, cerca de Keben, o los de Akpinar, cerca de Manisa; algunos son representaciones de reyes y llevan el nombre de éstos, lo que favorece la posibilidad de datación. Por ejemplo, en Ceyhan se representa al rey Muwatalli II (1306-1282 a.C). También, en gargantas montañosas, se aprovecha alguna roca para dejar en relieve enormes figuras, como sucede, por ejemplo, en el paso de Karabel.
La escultura de bulto redondo no se ha conservado apenas y sólo algunos fragmentos dan testimonio de su existencia. También se realizaron esculturas en materiales preciosos, en cuyo caso el tamaño es reducido, pero en todas estas obras el estilo hitita está presente tanto en la forma y el modelado como en los temas.
Comparada con la escultura, la cerámica de la época es insignificante, aunque se perfecciona una técnica policroma. En Bitik se encontró un recipiente cerámico con unos personajes en relieve cuyas caras se parecen a los relieves de Alaca Hóyük; este recipiente se fecha alrededor del 1400 a.C. Otras piezas excepcionales fueron las encontradas en Bogázkoy, con las representaciones de dos toros en arcilla que debemos considerar rituales, por el significado simbólico de este animal.
Durante el período hitita existían otros estados en Anatolia. Al este y el sureste, se sitúa el reino de Mitani, el más poderoso del país de los hurritas, cuyo mayor esplendor se desarrolló hacia 1650-1450 a.C. y cuya civilización ejerció una profunda influencia sobre los hititas.
Fue durante la época imperial cuando los hititas adoptaron la concepción hurrita de las divinidades. Los relieves de Yazilikaya son la expresión de esta concepción. En el estado actual de las investigaciones del arte hurrita sólo se conocen la glíptica y la cerámica. Gracias a los textos tenemos noticia de la importancia de este pueblo y la relación directa en la introducción y utilización de los caballos y los carros de guerra en el Próximo Oriente.
En el sur de la península de Anatolia vivían los luvitas, un pueblo indoeuropeo cuya existencia conocemos por su herencia lingüística. Así también sabemos de la existencia de los palaitas indoeuropeos que vivían en Paphagonia. El país de Artzawa y el de Kitzawadna se localizan en el sur de Anatolia, y en el sudoeste quizás habría que ubicar el país de Ahhiyawa, mencionado en los textos hititas.
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