• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal

Historia del Arte

  • Inicio

La Atenas de Pericles

Aunque nacido de una de las más ilustres familias de Atenas, Pericles desdeñaba igualmente a la aristocracia, orgullosa de sus riquezas, y al pueblo, que, ignorante, recelaba siempre de sus altas iniciativas. Se sostuvo en el gobierno sólo por la rígida austeridad de su vida, y pagó siempre con su persona en las guerras y en todas las dificultades nacionales. Atenas acabó por acostumbrarse a su genio superior y a compartir con él su gran pasión: el amor por la belleza.

Durante el mandato del estratega Efialtes como jefe del partido demócrata, Pericles fue en un principio su ayudante y más tarde lo sustituyó en el año 443 a.C, y en ese cargo se mantuvo siempre por elección popular de la Asamblea hasta su muerte en el 429 a.C, debida a la peste.

La economía ateniense se basaba sobre todo en el comercio marítimo aunque también era importante la agricultura. Y la sociedad era un patriarcado en el que los hombres tenían todos los derechos y todas las ventajas y sólo ellos se beneficiaban del acceso a la educación y al poder. La mujer ateniense se dedicaba únicamente al cuidado del hogar; asimismo, existían las hetairas, mujeres que recibían una educación esmerada para satisfacer a los hombres con discursos más elaborados e intelectuales y que también procuraban favores de índole sexual. Una de las hetairas atenienses más famosas fue Aspasia, amante de Pericles, quien la defendió cuando los contrarios a su política la utilizaron como blanco de sus críticas.

arte griego
Busto de Pericles (Staatlischen Museen, Antikensammlung, Berlín)

Copia romana de un original griego en mármol del siglo V a.C. Pericles tuvo la fortuna de nacer en el momento oportuno. Sus cualidades respondían tan bien a las necesidades de su época, que la historia ha dado su nombre al momento más glorioso de la vida ateniense: la edad de Pericles es la Edad de Oro de Atenas. De constitución delicada y débil, de cráneo alargado -que disimulaba con el casco-, era un alma fuerte, lógica y honrada. Su amor por la belleza le hizo reunir en Atenas a los artistas más famosos de su tiempo.

Volver a Arte Griego

El arte en la antigua Grecia

Arte prehelénico: Creta y Micenas Introducción al arte prehelénico Dos sistemas de escritura El gran arte cretense El arte micénico Seguir leyendo...

Introducción al arte prehelénico

Ídolos de una diosa y hombre con las manos en el pecho. Pequeños bronces cretenses anteriores Seguir leyendo...

Introducción al arte prehelénico (I)

Los griegos no poseían, acerca de la época proto-histórica helénica, más conocimiento que los derivados de tradiciones embellecidas por la Seguir leyendo...

Dos sistemas de escritura

Otro hecho de importancia que conviene que sea puesto ahora en consideración, es el nexo que hacia 1500 a.C, o Seguir leyendo...

El gran arte cretense

El arte cretense es grande, en verdad; tanto por su precocidad como por la calidad de sus consecuciones. En relación Seguir leyendo...

El gran arte cretense (I)

Esta sala da a una antecámara que comunica con el patio, y en el lado opuesto, a través de un Seguir leyendo...