Enuma Ellis significa en acadio «cuando en lo alto», y son las primeras palabras de un poema babilónico que narra la creación del mundo y que aparece en unas tablillas halladas en las ruinas de la biblioteca de Assurbanipal (667-626 a.C), en Nínive.
Cada una de estas tablillas tiene entre 115 y 170 líneas de caracteres cuneiformes que datan de 1200 a.C. El texto está construido en versos de dos líneas, y la función del segundo es enfatizar el primero mediante oposición, como en este ejemplo:
«Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado,
no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme»
La historia cuenta que antes de que el cielo y la tierra tuviesen nombre, la diosa del agua salada y el dios del agua dulce engendraron una familia de dioses mezclando sus respectivas aguas.
Esos dioses adolescentes molestaban a su padre, que decidió destruirlos. Pero uno de ellos se anticipó a los designios de su padre, matándole. Apsu, el dios parricida, engendró a Marduk, dios de Babilonia, que llegó a convertirse en príncipe de los dioses y sobre el que recayó el deseo de venganza de Tiamat, su abuela, que tomó forma de dragón.
El poema es una historia de la lucha entre el Orden y el Caos, ya que muestra el prototipo del guerrero que lucha contra el Caos, aunque nunca consigue derrotarle completamente, por lo que la lucha ha de ser constante. Por eso Marduk, dios de la luz y el orden, tiene que vencer a Tiamat, que representa la oscuridad y el Caos.
Enuma Ellis (Museo Británico, Londres). En este bajorrelieve datado en el siglo VIII a.C. se representó una escena mítica protagonizada por el dios Marduk armado con su tridente mágico, en busca de Tiamat, diosa del agua. La escena acompañaba al poema fundacional asirio que da nombre a la pieza.
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