La parte de atrás del lienzo que contiene el Busto de mujer desnuda lleva el retrato de Maud Abrantès, un rostro gris y demacrado de mirada perdida, que emerge de la profundidad del fondo diluido en tonos de azul ultramar, marrón tostado y negro.
Maud Abrantès, la «femme suprémement elegante» que decía Paul Alexandre, acompañaba a Modigliani en noviembre o diciembre de 1907, cuando fue introducido por Henri Doucet en la comuna de artistas que Alexandre había reunido en la Rué du Delta.
La joven cultivaba el dibujo y apreciaba mucho los días que pasaban hablando de poesía, literatura y arte en aquel ambiente artístico.
Hacia noviembre de 1908, Maud, que esperaba un hijo probablemente de Modigliani, se marchó a Estados Unidos, y, después de un breve mensaje («Mañana llegamos. ¿Sigues leyendo a Mallarmé? No puedo decirte cuánto echo de menos las encantadoras veladas que hemos pasados juntos, junto a tu chimenea. ¡Qué buenos tiempos!»), enviado a Paul Alexandre desde el trasatlántico que la llevaba a Nueva York, nunca se supo más de ella.

Óleo sobre lienzo, 80,6 x 50,1 cm.
Haifa, Universidad de Haifa, Museo Reuben y Edith Hecht.
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