En diciembre de 1917, Zborowski organizó una muestra en la galería de Berthe Weill en la Rué Taitbout. Weill, de origen alsaciano, que murió en la miseria porque se conformaba con unas modestísimas ganancias, era una de las figuras más originales del mercado del arte de aquellos años; bien aconsejada, expuso a Matisse, Picasso, Dufy, Utrillo, Derain y naturalmente Modigliani.
El día de la inauguración del artista livornés, los desnudos expuestos suscitaron tal escándalo que el comisario de policía del barrio, que tenía sus oficinas frente a la galería, activo que intervenir amenazando con secuestrar los cuadros si no eran retirados de inmediato.
Por fortuna, la exposición no fue clausurada, pero Weill y Zborowski sólo consiguieron vender dos dibujos, a treinta francos cada uno.
Entonces, Berthe, para no desanimar a Zborowski, le compró cinco cuadros.
Es difícil imaginar el motivo por el cual los desnudos de Modigliani causaron tanto escándalo; desde luego el desnudo no era una novedad en la pintura.
Sin embargo es posible conjeturar que el encuadre de la representación contribuyese a alejar la idea de una modelo colocada ciudadosamente en pose, acercando por el contrario la imagen a la realidad íntima de una mujer cualquiera desnuda sobre el lecho.

Óleo sobre lienzo, 60 x 92 cm.
Milán, colección Mattioli.
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