Léopold Zborowski fue retratado numerosas veces por Modigliani. Este pequeño lienzo muestra un aspecto menos formal del poeta y literato, que luego se dedicó al comercio y a la promoción de pintores en sus comienzos, como el artista livornés.
El cuello de la camisa abierto y descolocado, del que sale una cabeza juvenil, el cabello en desorden y una barbita larga, aluden más al papel de poeta que al de comerciante, al que Zborowski se había dedicado al principio de la I Guerra Mundial.
Según Jeanne Modigliani (1958), su padre necesitaba terminar «un cuadro en soledad, pero para empezar le hacía falta siempre un modelo»; fue él mismo el que dijo: «Para trabajar tengo necesidad de un ser vivo, verlo delante de mí», de modo que pudiese captar sus aspectos más destacados y sublimarlos en pocos trazos y tonos de color y así expresarlo en su esencia.

Óleo sobre lienzo, 46 x 27 cm.
Colección particular.
Volver a Vida y obra de Amedeo Modigliani