La obra posee un carácter preciosista. Klimt la realizó sobre pergamino, utilizando acuarela, temple y pan de oro y plata, y pidió a su hermano Georg, como en otros casos, que le repujara un marco en plata cincelada.
El pintor representa una nueva variación sobre el tema acuático donde domina lo decorativo, aunque la idea del movimiento flotante se mantiene en la ondulación de las líneas. La connotación marcadamente sensual de las versiones anteriores ha desaparecido, dejando paso a una atmósfera soñadora.
Las dos figuras, antinaturalmente alargadas, devienen elemento ornamental; Hevesi observaba que «el cuerpo humano ha sido utilizado como única materia prima para las formas de una alegre fantasía». Y añadía: «Es de nuevo una escena de mosaico, pero enriquecida por la atención prestada al movimiento de las plantas».
En 1903, Klimt había estado dos veces en Rávena y Hevesi habla de bizantinismo en relación con sus cuadros de esta época, donde el oro es protagonista y cada centímetro de la superficie se llena de pequeñas figuraciones, como si el artista estuviese componiendo las teselas de un mosaico.
Este cuadro es un perfecto testimonio de ello; bulle de resplandores y de detalles diminutos, que se entrecruzan, se superponen y se transmutan unos en otros sin solución de continuidad.
El abrazo de las dos mujeres -la obra era conocida también como Las amigas- pierde en el conjunto toda connotación sexual y adquiere una naturaleza de friso antiguo. En la reelaboración del cuadro desde su primera formulación, Klimt acentuó justo este aspecto.
Originariamente se evidenciaba la delgadez de los dos cuerpos; huesos y músculos estaban en relieve, como en las obras de Minne, dando una sensación de sufrimiento.
En la versión definitiva, las figuras casi parecen elementos vegetales; cabellos y algas, peces y cuerpos están estrechamente emparentados y Hevesi pudo anunciar que nuestro tiempo hiperartístico ha encontrado un nuevo modo de expresión.

Técnica mixta sobre pergamino, 50 x 20 cm.
Viena, Österreichische Galerie Belvedere, Schloss Belvedere.
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