La relación entre Fortuny y su esposa durante los siete años que duró el matrimonio fue muy estrecha. Cecilia posó como modelo para su marido en numerosas ocasiones, especialmente durante la estancia en Portici, entre los meses de julio y noviembre de 1874.
En esta acuarela, considerada por muchos estudiosos como un estudio o como una obra inacabada, aparece Cecilia de Madrazo en el jardín de Villa Arata, la casa que la familia había alquilado para pasar el verano en la localidad napolitana, alejándose del ajetreo de Roma y París.
La dama aparece representada en el momento de hacer sus labores manuales, distraída con su trabajo. Un potente foco de luz natural resbala por sus vestidos, resaltando las tonalidades blancas de los tejidos y de su piel.
El dibujo, de trazos firmes y seguros, es uno de los elementos protagonistas de esta composición. Asimismo, los pequeños detalles son resaltados como siempre por el preciosismo habitual en la pintura de Fortuny. Este trabajo, no obstante muestra un aire más familiar, íntimo y desenfadado que otras obras.
Esta composición estuvo en manos de Mariano Fortuny y Madrazo hasta que la donó, junto a dieciocho dibujos más y dos álbumes, al British Museum de Londres.

Londres, The British Museum.
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