Junto a La vicaría y El jardín de los poetas, éste es el cuadro de género que más fama dio a Fortuny y el que más tiempo tuvo en sus manos.
Se trata de una obra muy estudiada, de la que existen varios dibujos y bocetos preparatorios. Empezada en 1868 y finalizada seis años después, La elección de la modelo fue un encargo de W. H. Stewart, rico coleccionista norteamericano, que acabó pagando por ella 60.000 francos. A la muerte de Stewart, una subasta celebrada en Nueva York a finales del siglo XIX adjudicó la obra por 42.000 dólares.
La escena presenta un grupo de académicos contemplando a una bella modelo, tema inspirado en el pasaje bíblico de Susana y los viejos. Para realizar a los académicos el pintor hizo posar a algunos de sus amigos.
Por su parte, ciertos estudiosos han considerado que la joven desnuda es Adelaida d’Afry, duquesa consorte de Castiglione-Colonna.
No en vano la acción se desarrolla en el gran salón de fiestas del Palazzo Colonna, retocado con algunas obras de arte pictóricas y escultóricas del Museo del Prado, de las Colecciones Vaticanas y de la propia colección de Fortuny.
Los académicos, vestidos a la moda dieciochesca, se sitúan en la zona central de la composición, dispuestos en perspectiva, mientras que la modelo ocupa el lugar derecho de la estancia. Subida a una mesa, sus sensuales formas reciben un foco de luz que baña su silueta.
Parece ser que originalmente junto a la mesa estaba sentada una vieja alcahueta o celestina goyesca, que observaba el efecto lascivo de la muchacha en los hombres; esta figura desapareció en la obra final.
Se trata de un cuadro de casacón que presenta las características fundamentales de la pintura de Fortuny: esmerado dibujo, minuciosidad preciosista en todos los detalles, interés por la luz, cromatismo brillante y anecdotismo.

Óleo sobre madera, 50 x 80 cm.
Washington, The Corcoran Gallery of Art.
Volver a Mariano Fortuny