Francisco de Goya realizó un buen número de obras inspiradas en el mundo de la tauromaquia, incluso una serie de grabados que influyeron en muchos artistas posteriores a él, entre los que se encuentra Mariano Fortuny.
El catalán elaboró algunos trabajos donde la influencia del maestro aragonés se manifiesta con evidencia, como se puede comprobar en este óleo de la National Gallery de Londres.
La escena se desarrolla en una plaza de toros o en la plaza mayor de una población desconocida. En el centro de la composición aparece el diestro saludando alegremente una vez cumplido su trabajo de matar al toro, y recibiendo la ovación del público por la faena.
El animal yace junto a él mientras al fondo observamos a dos miembros de la cuadrilla.
El episodio en primer plano se presenta en la zona de sombra mientras que el escenario del fondo se desarrolla a plena luz, con un gran difuminado de líneas y figuras. Mientras este segundo plano se realiza con un empastado casi impresionista, el torero está elaborado con una pincelada más precisa, con gran detallismo de los elementos de su vestuario.
Estos contrastes son habituales en la pintura de Fortuny, y lo sitúan a caballo entre la modernidad y la tradición. Estos detalles compositivos y técnicos, unidos al trabajo del cielo y de las nubes, permiten encuadrar esta pintura en la línea de las que el artista realizó durante su etapa granadina.
En este período Fortuny se centró principalmente en captar los efectos lumínicos. Así pues, Torero fue realizado con toda seguridad entre julio de 1870 y marzo de 1871.

Óleo sobre lienzo, 61 x 50,2 cm.
Londres, The National Gallery.
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