1936
En el momento de iniciarse la guerra civil española, en julio de 1936, Pablo Picasso, que tiene cincuenta y cuatro años y se encuentra en la cumbre de la madurez artística y del éxito, reside en París.
A principios del año ha conocido a Dora Maar, fotógrafa y pintora de fuerte personalidad, inteligencia y carácter enigmático, que se convertirá en su compañera y en una especie de «conciencia» y de «alma de España» para Picasso.
Septiembre. El presidente Manuel Azaña firma un decreto, publicado en la Gaceta de la República del día 25, nombrando a Picasso director del Museo del Prado. Se trataba de una medida extraordinaria para atraer aún más la atención del artista hacia la causa de la República y era una medida de gran resonancia entre los círculos intelectuales europeos. Picasso acepta el nombramiento y, pese a que nunca se trasladó a Madrid a tomar posesión del cargo, siempre estuvo orgulloso del mismo.
17 de diciembre. Nombramiento oficial del arquitecto Luis Lacasa para trabajar en el pabellón que habría de representar a la República española en la Exposición Internacional de Artes y Técnicas en la Vida Moderna cuya inauguración, en París, se prevé para mayo de 1937. Junto con José Luis Sert, que a la sazón se encontraba en París trabajando en la Oficina de Turismo Español, redacta el anteproyecto del edificio, que finalizan a finales de diciembre. En los planos ya está previsto un espacio, en la planta baja, para colocar una gran pintura mural que deberán encargar a Pablo Picasso.



