La primera cerámica egipcia se hizo en el valle del Nilo central y formaba uno de los grupos más agradables estéticamente de las cerámicas hechas en Egipto. Entre 5000 y 4000 a.C. la floreciente cultura badariana produce una gama de cerámica de paredes finas muy bien realizada; los primeros cacharros de Deir Tasa consisten en profundos cuencos con las bases planas y las paredes en ángulo, estrechándose hacia la boca. Vasos con los bordes abocinados se decoran a menudo con líneas incisas, rellenas con pigmento blanco.
Más tarde la cerámica badariana se hace incluso más fina; utilizando arcilla roja del Nilo cuidadosamente preparada, las vasijas se hacen muy fuertes con paredes delgadas, ligeramente bruñidas para darles un brillo mate y bien cocidas.
Las formas son sencillas en su conjunto y combinan bien con los colores negro, marrón y rojo de la pasta y con la decoración peinada ocasional. Toda la producción parece limitada y sin complicaciones, siendo principalmente cacharros de cocina, con la base redondeada sin rebordes ni cuellos.
Fayum, en el oeste del valle del Nilo, fue también una zona de producción temprana, aunque las vasijas no estaban tan finamente hechas como las cerámicas badarianas; las vasijas eran bastante toscas y la pasta se cargaba con paja picada para aumentar las cualidades de moldeabilidad de la arcilla. Parece no haberse utilizado decoración y las formas eran irregulares.
En el Egipto predinástico, aproximadamente entre 3500 y 3200 a.C., la cerámica continúa haciéndose en gran modo como en el período primitivo. El estilo era sencillamente monocromo y sin decoración y hecho con la arcilla roja del Nilo, aunque se desarrollaron nuevas formas y técnicas.
Sin duda el principal producto eran las vasijas rojas con la parte superior negra. Se hicieron vasos altos para almacenamiento, con las bases en punta, y otros muy bruñidos; posiblemente fueron cocidos boca abajo, con sus bocas enterradas en las cenizas, para obtener la parte alta negra; esta técnica no se ajustaba bien a los cuencos poco profundos y a los platos. En ocasiones se modelaron en las vasijas animales en bajo relieve y más raramente se hicieron animales incisos sobre la superficie.
La cerámica Badariana roja pulida continuó haciéndose finamente y se lograron mayores perfeccionamientos técnicos, el color fue más regular, el brillo mejor conseguido y se amplió la gama de formas, incluyendo mayor variedad de figuras. Fueron corrientes los platos, cuencos y jarrones con cuello largo. Más raros fueron los recipientes con doble cuerpo y caño. Todos los recipientes se hicieron a mano y no existe hasta el momento evidencia del uso del torno.