No fue hasta el siglo XIII cuando los ceramistas de España, utilizando técnicas desarrolladas en el Islam, comenzaron a producir su propio estilo, nuevo y llamativo. Utilizaban un vidriado al estaño, aplicado a las vasijas bizcochadas, cociendo el vidriado en una segunda cocción.
Después se decoraba la superficie con dibujos de lustre vivos y se cocía por tercera vez. En muchas vasijas los colores se pintaban sobre el vidriado antes de cocerlo. Es posible que durante el siglo XII emigrasen de Egipto a España ceramistas capaces de hacer cerámica de lustre y finalmente estableciesen sus propias alfarerías.
Ibn Said (1214-1286 d.C.), escribiendo a mediados del siglo XIII, hace referencia al barro cocido vidriado y dorado hecho en Murcia, Almería y Málaga, en el sur de España. Andalucía fue la región en la que se hicieron las primeras cerámicas de lustre en España, en esa misma época.
Esto ocurrió por dos razones: los ejércitos invasores cristianos habían conquistado gran parte de la España musulmana y hacia 1248 solamente una pequeña zona en el sur quedó bajo el control musulmán, con lo que la manufactura estaba limitada a esa zona; la otra razón fue que ceramistas iraníes, huyendo de la invasión de Arabia por los mongoles, se establecieron en Málaga, en el siglo XIII en un número bastante grande, trayendo consigo su conocimiento detallado de la producción de cerámica de lustre y las técnicas de decoración bajo vidriado.
También introdujeron el azul cobalto, cuyo uso era hasta entonces desconocido en España. Así se dispuso del conocimiento y habilidad necesarios, que fueron la base de una industria próspera cuyo éxito duró cerca de 300 años.
Las cerámicas hispano-musulmanas pueden dividirse en tres grandes grupos, cada unos de los cuales sigue al otro aproximadamente en el tiempo y divididas por su base estilística. En el primer grupo predomina el dibujo islámico, se hizo en Málaga, Andalucía, y posteriormente en Valencia. El segundo grupo, abarca desde final del siglo XV hasta aproximadamente el 1700 d.C. en Manises, un suburbio de Valencia; éste combinaba algunos motivos góticos en lo que eran primordial-mente dibujos musulmanes: lo que había de llamarse estilo «mudéjar». El último grupo de cerámicas surgió en el siglo XVIII y mostró una fuerte influencia francesa.
BACÍN ALMOHADE. Bacín de forma cilíndrica, paredes altas y rectas y fondo de solero plano. Sobre la superficie exterior se desarrolla una decoración de cuerda seca total repitiendo la palabra al-mulk. Pieza recuperada en excavaciones realizadas en la Plaza de la Encarnación, en el entorno del Alcazar de Jerez (España). Su fecha oscila entre segunda mitad del siglo XII y principios del siglo XIII y constituye uno de los conjuntos cerámicos almohades más interesantes hallados en la Baja Andalucía.