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Historia del Arte

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Historia de la Cerámica: Creta

La cultura minoica en la isla de Creta, fue la primera civilización de Europa. Surgió alrededor de 3000 a.C. y se desarrolló y sobrevivió durante 1.800 años, en cuyo tiempo se hizo un estilo de cerámica especialmente característico y técnicamente bien logrado. En Creta se había hecho solamente antes del período minoico y continuó haciéndose largo tiempo después de haberse terminado esta civilización, pero no tenía el mismo frescor de diseño y la misma brillantez técnica. A diferencia de las otras civilizaciones antiguas, la cultura minoica se desarrolló no en el valle de un río, sino en una isla.

Esto la afectó de una forma particular, pues el mar, a la vez que protegía a los isleños de los ataques, permitió el desarrollo de una economía basada en el comercio; se exportaba aceite y vino en recipientes de cerámica, intercambiándolos por trigo. Este comercio abierto y libre trajo consigo una atmósfera muy cosmopolita. A diferencia de los egipcios, los minoicos no tenían ni una clase sacerdotal opresiva, ni un estilo artístico pesado y reglamentado y la cultura que se desarrolló fue rica, libre y reflejando muchas influencias diferentes.

La civilización minóica es cronológicamente comparable con la egipcia y mientras la escultura y arquitectura de Creta no eran tan logradas técnicamente como las de Egipto, la cerámica fue superior, siendo más variada técnica y estéticamente.

En contraste con la cerámica egipcia, los objetos naturales cuidadosamente observados y dibujados, utilizados en la decoración de las vasijas minóicas, dan a la mayor parte del trabajo un frescor casi moderno.

En distintas ocasiones, emigrantes de Egipto y Mesopotamia llevaron sus habilidades, y artesanos, como ceramistas y trabajadores del metal, eran recibidos como miembros notables de la sociedad. La nobleza utilizaba en sus mesas un fino barro cocido y las vasijas especiales eran a menudo ricamente coloreadas y muy atractivas. Las mejores vasijas minóicas fueron incluso consideradas suficientemente buenas para enterrarlas en las tumbas de los nobles egipcios junto con sus otros tesoros.

Se hicieron una amplia variedad de formas: copas de fuste alto para vino imitando cálices de madera, vasos con asas, picheles y grandes jarros para almacenamiento, así como una gama de delicadas tazas y cuencos para beber, con bordes finos y asas vivas y delicadas. Sin embargo, la característica más sobresaliente de la cerámica minóica fue su decoración pintada. Entre 2000 y 1550 a.C., se utilizó decoración derivada de la naturaleza.

Al principio, los dibujos eran estilizados, pero más tarde, durante el período minóico medio (1900-1700 a.C.), se hicieron mucho más naturalistas. Se usaron diversos colores, incluyendo el blanco, rojo, azul y negro y los dibujos fueron pintados a menudo sobre un fondo negro.

Se pintaron con gran vigor representaciones pictóricas vividas de plantas, lirios, pulpos, algas y la vida marina en general. Los modelos resultantes eran frescos y alegres, acoplados con sencillez sobre la superficie de las vasijas; pueden discernirse aquí algunas de las fuentes del arte griego. Las vasijas eran sin vidriar y la decoración natural, fluyendo libremente, hacía eco a las formas precisas redondeadas.

La capital minóica de Knosos fue destruida alrededor de 1400 a.C., bien sea por los invasores micenos de Grecia continental, o por un terremoto, o por ambos, y sólo las excavaciones recientes nos han revelado los enormes logros de los minóicos.

Con una observación detallada, la decoración naturalista de las vasijas minoicas parece reflejar una sociedad feliz y casi ingenua. En la cerámica no se muestran figuras humanas y, a diferencia de los griegos, los minoicos no parecen haber tenido obsesión por el pasado, ni haber hecho ningún intento de registrar los acontecimientos contemporáneos.

Los dibujos son inmediatos, frescos y ligeros y, a diferencia de las vasijas griegas posteriores, exigen poco esfuerzo intelectual. Aunque en Creta vemos los comienzos de las formas y pintura de los vasos griegos, no hay aquí nada de la pesadez que tienen algunas vasijas griegas; aquí se presentan dibujos pictóricos vivos, completamente libres de sofisticación, sobre formas prácticas sanas. El trabajo es único y las cualidades que poseen raramente se encuentran en combinación. Solamente con la destrucción de la sociedad minóica, alrededor de 1400 a.C. y la disminución del comercio, declinó el estándar de la cerámica, y la decoración perdió su vitalidad.

historia de la cerámica
Jarra de cerámica pintada, con el dibujo de un pulpo, Knossos, Creta, minoico, final, aproximadamente 1450-1400 a.C. Alto 45 cm (Ashmolean Museum, Oxford.)

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