La influencia del art nouveau, alrededor del cambio de siglo, se extendió a la mayor parte de la cerámica. Las vasijas de los ceramistas franceses Delaherche y Chaplet expuestas en la Feria Mundial de Chicago, en 1893, combinaban la forma y la decoración y estaban acabadas con vidriados mate.
Inspirado por estas cerámicas William H. Grueby experimentó para encontrar un vidriado similar. Su firma, la Grueby Faience Company, produjo jarrones ornamentales, a menudo decorados con formas vegetales en bajo relieve, así como azulejos arquitectónicos.
Los jarrones estaban torneados a mano y decorados por mujeres, siguiendo los modelos de los diseñadores. Su negocio fue concebido como una «mezcla feliz de los principios mercantiles y los altos ideales del arte», en cierta forma fue una realización del movimiento Arts and Crafts.
La idea de que las mujeres podían ser entrenadas en un oficio que les permitiese llevar una vida honrada, se consideraba como uno de los principales credos del movimiento Arts and Crafts, y una de las que formó la base de la Newcomb Pottery de Nueva Orleans.
Los hombres hacían las vasijas y las mujeres aprendieron a decorarlas, principalmente con dibujos naturalistas de plantas y vegetación locales. La alfarería se puso en marcha en 1895, en Newcomb College, la división femenina de Tulane, por William Woodward, y empleó a Mary G. Sheerer, una pintora de china experimentada, como profesora de dibujo.
También fueron importantes en el trabajo de los ceramistas, influencias como las del art nouveau. Artur Van Briggle (1869-1904) que se formó primero como pintor, antes de aprender cerámica en Rookwood, basó su trabajo en el fluido estilo del art nouveau.
Dos años de estudio en París le sirvieron no solamente para conocer los estilos decorativos contemporáneos, sino también las cerámicas orientales expuestas en los museos. De regreso a Estados Unidos, comenzó a desarrollar vidriados chinos «mates» y modelar vasijas en las cuales se mezclaba el diseño y la decoración.
En 1899, aquejado de tuberculosis, dejó Rookwood para trasladarse al sur y establecer su propio taller, ayudado por su esposa. Sus vasijas hechas de mucha calidad, fueron muy alabadas y la producción continúa todavía.
Otros ceramistas individuales trabajaron a pequeña escala y fueron influenciados por otras ideas y estilos. Louise McLaughlin experimentó para descubrir cómo hacer verdadera porcelana, que finalmente utilizó para hacer vasijas, que decoró con gran destreza, con el estilo del art nouveau. Estas vasijas fueron expuestas con éxito en América e Italia.