En 1753 la factoría de esmaltes de Battersea comenzó el calco de impresiones que se cree había sido inventado por John Brooks (aproximadamente 1710-1760).
Estos calcos posibilitaron por primera vez la producción en masa de dibujos detallados.
Los colores se aplicaban a un papel engomado y se transferían al vidriado en verde. Los señores Sadler y Green desarrollaron más el proceso en Liverpool, adonde se llevaron para decorar muchas vasijas de Staffordshire.