El uso del vidriado al estaño sobre vasijas de cuerpo rojo claro comenzó en Italia alrededor del 1200 d.C. Al principio se usó solamente en pequeñas zonas o limitado al interior de los vasos, teniendo el resto un vidriado incoloro.
El uso del vidriado parece haberse extendido lentamente, apareciendo primeramente en Sicilia y más tarde en el norte de Italia. Los óxidos colorantes se pintaban directamente sobre el vidriado en verde y los colores estaban limitados al verde de cobre, pintado en amplias zonas y a menudo contorneado con marrón o morado de manganeso.
El azul no se introdujo hasta más tarde. Los primeros dibujos pintados reflejan a menudo el estilo de decoración romántico, en el que las formas naturales se traducían libremente en los motivos lineales, que en su forma son tranquilos y austeros; por ejemplo, se muestran pájaros o animales sosteniendo escudos de armas, pero también se utilizaron temas decorativos que reflejan los de las cerámicas islámicas.
En la decoración se encuentran vegetales, follaje, animales, motivos abstractos y formas geométricas, aunque raramente se incluye la figura humana. Se prestó poca o ninguna atención a crear la ilusión de profundidad, volumen o movimiento y en su lugar los dibujos tienden a ser estáticos y tranquilos. Ocasionalmente los dibujos se enriquecían con detalles modelados en bajo relieve. Por ejemplo, sobre las vasijas de Orvieto se modelaron parras, racimos de uva y escudos de armas.
Las formas eran fundamentalmente las utilizadas en medicina y en la mesa. Se hicieron abundantemente albarelos basados en la figura del bambú para contener medicinas, así como jarros ovoides y vasijas de agua con asas en estribo. Para la mesa se produjeron jarras globulares, derivadas de los vasos griegos y jarras muy altas y elegantes, que tienen una apariencia más gótica.