Historia de la Cerámica

China: Dinastía Chou (1115-225 a. C.)

Durante la dinastía Chou se produjeron grandes cambios que incluían el establecimiento de un gobierno fundamental y una religión organizada. Confucio (alrededor de 550-480 a.C.) introdujo una religión basada en la devoción filial y la reverencia por la tradición, poniéndose gran énfasis en la moderación y la armonía. Casi al mismo tiempo, el taoísmo, siguiendo las enseñanzas de Lao Tzu, de que la naturaleza impersonal impregnaba todas las cosas, proponía una moralidad alta y compasiva; los cultos posteriores desarrollaron el elemento místico del taoísmo.
Las tumbas excavadas, muchas de ellas durante la construcción de los ferrocarriles en el siglo XIX, son la fuente más rica de la cerámica y de otros tesoros de este período. Existía la costumbre de enterrar con los muertos eminentes cosas que podían necesitar en la vida venidera. Con los cuerpos de los gobernantes importantes se enterraban alimentos en recipientes de metal y bronce, así como vasijas en tumbas especialmente construidas. A menudo eran inmoladas las viudas, servidores y criados. Confucio condenó estos sacrificios humanos. Más tarde se paró esta bárbara práctica y los cuerpos se sustituyeron por modelos de arcilla o madera. La mayoría de la cerámica que se ha encontrado fue cocida a temperatura de barro cocido y sin vidriar. A menudo las formas parecen derivar de las hechas con bronce fundido, aunque decoradas ocasionalmente con motivos pintados.
Durante este período se hicieron dos avances significativos que fueron de gran importancia en la cerámica china, aunque no se extendieron en su aplicación hasta las dinastías posteriores. El primero fue la utilización de arcilla blanca fina, cuidadosamente preparada, decorada en relieve con el estilo de los bronces contemporáneos. Estas cerámicas fueron las precursoras de las porcelanas posteriores. El segundo fue el diseño perfeccionado de los hornos, que permitía un mayor control y retención del calor. Estos hornos posibilitaron cocer la arcilla a temperaturas más altas, dando un cuerpo más duro y fundido, formando así las primeras vasijas de loza conocidas. Por esta época se descubrió que podía hacerse un vidriado sencillo espolvoreando un mineral, el feldespato, o cenizas de madera sobre la parte de los hombros de las vasijas. A temperatura de alrededor de 1.200 Cº, se combinaban con la superficie de la vasija para formar un vidriado moteado y atractivo. Esta técnica parece haber continuado intermitentemente hasta que su uso se extendió durante la dinastía Han.

Vasija de cerámica para cocinar

Vasija de cerámica para cocinar, con tres patas huecas para sostenerse sobre el fuego. Dinastía Chou, aproximadamente 1122-249 a.C. Altura alrededor de 19 cm. (British Museum.)

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