Historia de la Cerámica

China: Dinastía Han (206 a. C., 220 d. C.)

Durante la dinastía Han el estado se hizo más unificado y poderoso, anunciando un período de consolidación y expansión bajo una administración centralizada eficiente. La filosofía confuciana tuvo un profundo efecto sobre todo el arte que se produjo; mientras que el taoísmo, con sus creencias míticas y místicas, tuvo también muchos seguidores. El budismo introducido desde la India en el siglo v d.C., no tuvo gran influencia hasta mucho más tarde.
El comercio fue extenso y de gran alcance y trajo desde otros países influencias estilísticas y técnicas. La seda se exportó por la ruta terrestre vía Turquestán, hasta el Imperio romano oriental y por mar a la India y Persia. Se importó vidrio y una sustancia conocida como liu-li, que se cree era una mezcla preparada de vidrio conteniendo plomo. En el mismo período se practicaba en Alejandría el vidriado al plomo y probablemente fue de aquí de donde los chinos aprendieron el arte de vidriar el barro cocido.
Las vasijas no se hicieron ya simplemente a mano, sino con la ayuda de tornos eficaces y, en algunos casos, utilizando moldes, reflejando otra vez la influencia de la fundición de bronce. Todavía el bronce era la mayor influencia y las formas y vidriado de la cerámica la seguían lo más cerca posible. Por ejemplo, los vidriados verdes de plomo hacían posible copiar el color del bronce. Con el tiempo, este vidriado se ha hecho iridiscente y en la actualidad aparece más semejante al bronce que lo era originalmente. Algunos vasos destinados a ceremonias religiosas incluso tienen anillas modeladas en su parte exterior, a imitación de sus equivalentes de bronce.
En esta época se hizo tanta loza como barro cocido. Los llamados «incensarios de colina» y «jarros de colina» forman uno de los mayores grupos de piezas de barro cocido. Estos jarros, algunos de 20 a 25 cm de alto, se hacían para usos religiosos y funerarios, tenían una tapa encima de la cual se modelaba una montaña, colina o isla, estilizada, representando la mitológica isla o montaña taoísta del Bendito. Se utilizaba una arcilla gris rojiza y el vidriado de silicato de plomo se teñía de verde, probablemente con óxido de cobre. Otra ornamentación tomaba corrientemente la forma de friso alrededor de las paredes con escenas de caza, que a menudo incluían caballos, perros, tigres, corzos y pájaros. A menudo estos dibujos eran hechos en molde y aplicados después a las paredes de las vasijas. También se hicieron brocales de pozo en miniatura y cocinas también en miniatura. Se han encontrado braseros, ollas de cocina, cucharas, cuencos y platos variados, calderas con tres pies, candelabros y copas, así como objetos de cerámica como mesas en miniatura.
Durante esta época se extendió y perfeccionó la manufactura cíe loza que había comenzado durante la dinastía Chou; se hacía cociendo la arcilla a una temperatura mucho más alta, alrededor de 1.200 Cº e iba a jugar un papel fundamental en el desarrollo futuro de la cerámica china. Estos avances se realizan en el distrito de Yueh, en el sudeste de China, donde se hicieron algunas vasijas muy bellas. Se consiguió perfeccionar el diseño de los hornos, que permitieron hacer la loza más fácilmente. Los hornos se construían en la ladera de una colina y los gases calientes subían por su interior, de manera que las temperaturas más altas se lograban cerca del hogar, en la parte baja del horno, y las temperaturas menos altas en la parte superior del mismo. Con vasijas hechas de arcilla capaz de resistir sin hundirse las altas temperaturas de la loza, podían hacerse cocciones en los hornos, en las cuales las zonas calientes se utilizaban para la loza y las zonas más frías para el barro cocido vidriado. Vidriados sencillos de feldespato mineral y cenizas cíe madera producían una capa vidriada delgada verde oliva que hermoseaba la forma, aunque era innecesaria desde el punto de vista práctico, ya que la loza es impermeable a los líquidos.
Muchas de las formas de la loza estaban claramente basadas sobre originales de bronce, teniendo la rigidez y grosor de decoración que se asocia con el trabajo del metal. Sin embargo, cuando las formas se separaron y desligaron de los originales de bronce, presentaron la dignidad y resistencia básicas asociadas al mejor arte chino. La decoración era similar a la utilizada sobre bronce. Estaba tallada en relieve y corrientemente se limitaba a bandas horizontales aplicadas alrededor del centro y los hombros de la vasija; también se utilizaron a veces peinados incisos.
Las invasiones de las tribus del Asia Central, llevaron a China a la era de la oscuridad, durante la cual se perdió el arte del vidriado al plomo, pero continuó desarrollándose la loza. En estos tiempos revueltos floreció el budismo, el cual influenció fuertemente el trabajo que había de seguir.

 

Figura de cerámica hallada en una tumba

Figura de cerámica hallada en una tumba, Dinastía Han.

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