En los primeros siglos del tercer milenio antes de Cristo, aparece, en el territorio que hoy forma la parte central de Turquía, el pueblo hitita, que con el paso del tiempo llegaría a formar un importante imperio que se extendería más allá de la península de Anatolia.
Para comprender el nacimiento y el curso del magnífico arte hitita deberá atenderse a un momento crucial en la formación de su cultura, cuando los habitantes indígenas de la Anatolia central, los hattis, contactaron con los pueblos indoeuropeos que llegaron a la zona. De este modo, se produjo una fusión entre ambas culturas; ninguna anuló a la otra, sino que supieron complementarse en aspectos como el arte, la política y la religión. Así, asistimos al inicio de lo que se ha convenido en denominar primera época hitíta, en la que se alcanzó un gran auge cultural. Los hititas fueron pioneros en el desarrollo de la metalurgia, lo cual les permitió fabricar un armamento de hierro que hizo de su ejército uno de los mejores armados de todo el mundo antiguo, capaz de someter por completo a Siria. Aunque el Estado se consolidó, las constantes guerras debilitaron mucho su economía. Así el imperio acabó por desmembrarse ante las hordas de invasores que, procedentes del mar, llegaron alrededor de 1200 a.C.


Antecedentes
Formación del Imperio Hitita
Guerras contra Asiria y Egipto
La época hatti
La primera época hitita
El antiguo reino hitita
El imperio Hitita
La época oscura de la cultura hitita
El arte neohitita
Organización social de los hititas
La puerta de los leones

Vasija con una cara humana

Vasija con una cara humana (Musée du Louvre, París). Realizada en terracota pintada, esta pieza, procedente de Anatolia, se remonta al cuarto milenio antes de nuestra era. Se puede apreciar la nariz y la boca, pero lo que más destaca son los ojos realizados con un mineral cristalino.