Amedeo Modigliani

Antonia

1915
Óleo sobre lienzo, 82 x 46 cm.
París, Musée de l'Orangerie, colección Walter-Guillaume
Antonia aparece sentada, con las manos en el regazo; al fondo, una ventana abierta revela, detrás de la cortina, un paisaje. No sabemos quién era la modelo, pero con pocos trazos Modigliani parece haber captado los rasgos más destacados de la figura. Según Osvaldo Patani, en la obra del pintor "raras veces los personajes, con excepción de los desnudos, están pintado enteros, y por eso el interés del personaje retrato tiene que concentrarse por encima de la línea de la cintura. El punto focal de Modigliani se centra inevitablemente al nivel de los ojos, sin embargo, no descuida ningún detalle" (1991). Antes bien, a diferencia de los retratos más tardíos, en los cuales la intensa expresividad del modelo está concentrada en la cabeza, en este caso Modigliani interpreta todos los elementos del cuadro como parte de un todo, aplicando la dirección sintética de origen cubista al perfil de la nariz, forzado contra la esfera ligeramente aplastada de la cabeza, y al fondo, cuya perspectiva se resume en planos de color yuxtapuestos unos a otros aparentemente sin profundidad.

Antonia  



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