El Surrealismo

La cita de los amigos

Un retrato colectivo de los integrantes del núcleo surrealista, La cita de los amigos (Le rendez-vous des amis), que Max Ernst pintó en 1922, refleja el estrecho contacto existente entre los poetas y los artistas plásticos, aunque los pintores están menos representados en el cuadro. Junto al mismo Max Ernst, vemos a Hans Arp y a De Chirico, y también el autorretrato de Rafael intercalado a modo de collage. Al lado aparecen los escritores y poetas surrealistas, con el añadido de Fiodor Dostoievski, citado por Bretón en el Primer manifiesto, que se corresponde con Rafael.
Los representados dan la impresión de mantener relaciones distantes. Cada uno mira en una dirección diferente, sin ningún contacto con los demás. Johannes Baargeld aparece en una posición de zancada y realizando gestos de conjuros absurdos, mientras que detrás de él Bretón mira fijamente al espectador y parece querer bendecir al grupo con la mano derecha. Entre otras cosas, este retrato colectivo de Max Ernst, una «instantánea» de 1922, plantea la cuestión de la cohesión, del vínculo entre miembros tan diferentes.
La referencia a las múltiples actividades comunes de los surrealistas y a la fascinación que todos sentían por los mismos fenómenos constituye un indicio de la respuesta a esta incógnita. Se trataba de procedimientos que hacían saltar los marcos habituales de la existencia y alumbraban, más allá de la racionalidad y de la razón, ámbitos del pensamiento nuevos, desconocidos, incluso divertidos.
En 1926 apareció el juego del cadavre exquis (cadáver exquisito), que consistía en doblar una hoja de papel para que varias personas colaborasen en la creación de una frase o de un dibujo sin que ninguna de ellas pudiese ver las ocurrencias de su predecesora. La primera frase creada de esta manera dio nombre al juego, que ha terminado adquiriendo carácter de clásico. La frase estaba formada por las palabras «Le - cadavre -exquis - boira - le vin - nouveau» (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo).


Cadavre exquis  

 YVES TANGUY, VÍCTOR BRAUNER, JACQUES HEROLD
Cadavre exquis
1934, lápiz y collage sobre papel, 26 x 19,5 cm Propiedad privada



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