¿Cuáles son los caracteres escenográficos del Renacimiento? El principal cambio en el paso del teatro clásico al medieval fue, como ya hemos visto, el de pasar de la escena fija a la escena múltiple.
Pero también hemos visto que los espectáculos de Belcari, por ejemplo, estaban rodeados por un lujo que ya no tenía nada de medieval.
Es precisamente por este camino, por el que avanzará el teatro en el Renacimiento, habiendo una razón muy precisa para explicar esto.
El teatro renacentista, en sus distintas formas, nace cuando la pintura italiana se encuentra en el mejor momento de su historia. Los pintores se han adueñado de unas técnicas perfeccionadísimas, conocen las leyes del color, del espacio y de la perspectiva.
Por lo tanto no hay nada más natural que pensar en la pintura como fondo de la acción teatral. En efecto, una pintura tan avanzada estaba en condiciones de reconstruir, al fondo del escenario, el ambiente más apropiado a la acción: una plaza, una ciudad, un campo, etc. Podía obtenerse todo lo que se quisiera sin necesidad de construir realmente edificios, calles, plazas, etc.
Bastaba con encargar a un pintor (mucho mejor si se trataba de un gran pintor) la escena que se deseaba.
Pero el drama, como ya hemos visto, era de distintos tipos, nació la costumbre de servirse de escenas típicas, que cada vez se adaptaran al género de obra representada.

Así, por ejemplo había una escena empleada para la tragedia, otra para la comedia y otra para el drama pastoril.
Inútil añadir que, especialmente en los espectáculos de corte, se tendía a lo grandioso, y que por lo tanto los pintores-escenógrafos muy pronto asumieron una importancia que nunca habían tenido.
Tan decidida participación de la juntura. realizada en grandes dimensiones, despertó el interés por todo aquello que contribuyera a crear o a ensalzar la ambientación de la historia, llamando la atención de los espectadores sobre un elemento que iba más allá del puro texto, del valor literario de la obra, e incluso de su interpretación.
El teatro se complicaba, asumía nuevos compromisos, se planteaba problemas de espacio semejantes a los de la pintura. Una obra podía ser más o menos buena incluso en relación con el “panorama” pictórico dentro del cual era representada.
Se iniciaba, de tal modo, lo que habría de constituir la moderna escenografía. Una vez emprendido semejante camino, se dieron pasos de gigante; prestando su contribución, ya imprescindible para la representación, pintores como Rafael o arquitectos y estudiosos como Palladio.
Muchos de los desarrollos sucesivos, hasta llegar a la escenografía actual, se iniciaron en el teatro del Renacimiento; especialmente cuando se empezó a representar en ambientes cerrados y los problemas constructivos del teatro como edificio se sumaron a los del teatro como escenario.
En lo que concierne a los actores, debemos precisar que la riqueza de medios y la nueva técnica de interpretación crearon muy pronto el profesionalismo.
Nacieron los gremios de actores, los papeles y esa extraña forma de vivir que es, al mismo tiempo, una continua interpretación de la vida.