• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal

Historia del Arte

  • Inicio

El teatro sin teatro

Debemos decir que a pesar de la gracia y el esplendor puestos por Poliziano en su obra, todavía estamos lejos del auténtico teatro. Falta la acción como “motor” de la obra, falta un auténtico argumento, los personajes no tienen problemas, etc.

Tanto es así que del Orfeo, en lugar de nacer una auténtica corriente teatral, sólo nacerá el drama pastoral.

Es decir, un tipo de composición que en lugar de reflejar los problemas y los aspectos de una sociedad, los rehúye, se emborracha de colores y sonidos agradables y no hace más, en definitiva, que sugerir estados de ánimo sin enfrentarse jamás con las verdaderas relaciones del hombre con su ambiente.

Esta propensión al sueño, al goce, a transformar en oro y en miel incluso el dolor y la muerte, no fue una de las características del Renacimiento, como a menudo se sostiene, sino de las clases más acomodadas de la sociedad renacentista.

El drama pastoral siempre se resintió de la cercanía de las cortes; siempre se creó y se pensó bajo la mirada de los príncipes, del señor; que puede ser un Gonzaga o un Este o cualquier otro, sin que por ello cambie el producto.

Teatro, en definitiva, lujoso, de tendencia acentuadamente lírica en lo tocante a los sentimientos, que sólo representa una cara del siglo en el cual nació.

Este teatro, mucho más atrasado, por ejemplo, que la pintura de su mismo tiempo, además del Orfeo, sólo produjo otra obra de auténtico interés, la Aminta de Torquato Tasso, cinco actos a lo largo de los cuales asistírnosla los amores purísimos de un pastor, Aminta, y una pastorcilla, Silvia.

La conclusión es optimista y la tragedia del amor no correspondido o amenazado también juega su papel, pero aún estamos lejos de valores puramente teatrales.

El valor de la obra estriba en sus cualidades literarias y sólo literarias.

Lo mismo podría decirse de una tercera obra: el Pastor fiel de Giambattista Guarini, a propósito de la cual tenemos que añadir que en ella se nota mayormente el cansancio producido por su planteamiento literario, como también se nota en mayor manera un compromiso consciente entre comedia y tragedia.

En estas tres obras se inspiraron decenas y decenas de dramas pastorales, ninguno de los cuales, sin embargo, es importante por lo que dice o deja entrever, existiendo otra rama secundaria de actividad teatral, que se desarrolló paralelamente al drama pastoral, pero que lo mismo que éste nunca logró darnos una visión efectiva de los tiempos en los que nació.

Se trata de la tragedia, que no hizo más que resucitar y aplicar fríamente las reglas del teatro clásico tal como fueron enunciadas en Aristóteles, más que buscarlas en las tragedias originales.

Por lo general, sólo se trata de intentos de tragedia que jamás consiguieron madurar; un teatro ya cansado antes de nacer, imitación del de Esquilo, de Sófocles y sobre todo de Eurípides y Séneca.

A este teatro pertenecen, por ejemplo, Sofonisba, de Giangiorgio Trissino, y Dido y Cleopatra, de Giovanbattista Giraldi Cinthio.

Historia del Teatro

Historia del Teatro

Orígenes del teatro Orígenes del teatro Caracteres del teatro Palabra y acción El teatro griego Los trajes y el escenario Seguir leyendo...

Orígenes del teatro

Imaginemos, por un momento, que yendo por la calle presenciamos un suceso ocurrido un día cualquiera y en cualquier lugar. Seguir leyendo...

Caracteres del Teatro

Como puede verse, la armazón de lo que más tarde sería el drama moderno no nació de una sola vez, Seguir leyendo...

Palabra y acción

Si observamos a vista de pájaro toda la historia del teatro, nos daremos cuenta de que a la tragedia, la Seguir leyendo...

El teatro griego

Veamos, ahora, a través de qué evoluciones pasó el teatro griego antes de llegar a las obras de los grandes Seguir leyendo...

El teatro griego: Los trajes y el escenario

En lo que concierne a los trajes, éstos eran de una sabia estilización de los cotidianos. Presentaban lo esencial, las Seguir leyendo...