Los medallistas

 

Otra típica faceta de este deseo de hacer revivir las formas exquisitas de la antigüedad se tradujo en la labra de medallas. El primero y más famoso medallista fue un pintor y escultor, natural de Verona, Antonio Pisano, llamado el Pisanello, artista refinado y habilísimo diseñador animalista.

Antonio Pisano fue quien dio la pauta de aquella moda artística. Su primera medalla fue la que hizo con la efigie de Juan VIII Paleólogo, en conmemoración de su llegada a Italia, en 1438, para asistir al concilio reunido primeramente en Ferrara, y después en Florencia, cuyo objetivo era reunir de nuevo la Iglesia Oriental con la Latina.

Pisanello determinó, pues, el estilo de tales acuñaciones; por lo general, en el anverso del disco de bronce modeló en relieve el busto en perfil del personaje retratado, acompañándolo de una leyenda en latín y reservando para el reverso un símbolo o alegoría. Entre sus medallas más famosas se cuentan las que hizo de Gianfrancesco Gonzaga, la de Filippo María Visconti, la de Leonello de Este y la de Alfonso V de Aragón.

Otras medallas, no menos célebres, han sido también atribuidas al Pisanello o a su seguidor, Mateo dei Pasti. Otros medallistas famosos fueron Bertoldo di Giovanni, discípulo de Donatello, y Nicolo Fiorentino.

medalla de pisanello
Medalla de Antonio Pisano, el "Pisanello"

 

 

 

 

medalla de pisanello
Medalla con la efigie de Juan VIII Paleólogo