Inglaterra y escandinavia


No bien ocupada Inglaterra, los barones normandos reconstruyeron la catedral primada de Canter-bury, en la cual quedan, de la obra normanda, la cripta, el coro occidental, la torre y además un pórtico que da acceso a la escalera. La primitiva catedral de Canterbury era obra sajona, construida en el siglo VII, pero, casi correspondiendo a los deseos de los normandos, poco después de la conquista hubo de ser destruida por un grandioso incendio y reedificada después dos veces.
El nuevo obispo, que antes de pasar a Inglaterra había sido abad de Saint-Etienne de Caen, la reconstruyó en menos de siete años, según el modelo de la iglesia de su antigua abadía normanda. Después de esta reconstrucción, la catedral de Canterbury quedó transformada en una basílica con tres naves, de planta muy semejante a las iglesias románicas del otro lado del canal. Reconstruida en la época gótica, conserva, sin embargo, intacta la gran cripta anglonormanda, con sus características y típicas columnas de estrías helicoidales.
Otras grandes catedrales de estilo románico anglonormando son las de Winchester y Worcester, con una cripta magnífica; la de Durham, construida del 1093 al 1128; las de Ely, Peterborough, Chichester, Lichfield, Norwich, etc. La catedral de Durham que es la mejor conservada de todas las normandas inglesas y la que ha experimentado menos restauraciones, conserva aún la cubierta antigua de piedra, considerada la primera bóveda de crucería de Occidente, realizada entre 1128 y 1133. En cambio, las bóvedas góticas tardías desfiguran a las demás. La capilla llamada de la Virgen, en el extremo oeste de la catedral de Durham, donde se guardan los restos de Beda el Venerable, contiene unos mazos de columnas elegantes en disposición de trébol que sostienen arcos festoneados. La catedral de Norwich es famosa por su gigantesco cimborrio que -además de iluminar con luz exterior el crucero, sobre el que está colocado- juega el papel de polo en torno al que se agrupan todos los elementos del templo. Este cimborrio que se eleva rígidamente hacia el cielo, fue iniciado en 1121.
Al estudiar las infiltraciones del arte arquitectónico románico en los países escandinavos hay que empezar por Suecia, aunque fuera evangelizada más tarde que Noruega. Pero Suecia, cuyo estilo arquitectónico depende del románico alemán, tiene menos originalidad de formas y, por lo tanto, es más próximo al de las catedrales renanas. La catedral sueca más importante es la de Lund. El gran ábside es rectangular, y una vasta cripta se extiende casi hasta la mitad del subsuelo de la iglesia. Esta vasta sala subterránea, cubierta con bóvedas por arista, fue construida entre 1110 y 1123. Al exterior tiene las galerías altas, como las catedrales del Rin, torres cuadradas y puertas con tímpanos decorados. La catedral de Uppsala, semejante a la anterior en su disposición general, aunque de estilo gótico francés en sus alzados, es de ladrillo con grandes ventanales al estilo de las catedrales germánicas. Dinamarca posee las dos catedrales románicas de Ribe y Viborg, más incompletas que la de Lund. La de Ribe, con el ábside cuadrado simplicísi-mo, ha sufrido pocas alteraciones. La catedral de Viborg tiene una cripta grandiosa. Además de estas iglesias de planta basilical, hay, en Seeland, la iglesia de Kallundborg, que parece imitar un modelo caro-lingio de planta concentrada. Tiene torre central cuadrada y cuatro torres octogonales en los extremos de la cruz. La de Roskilde, empezada a fines del siglo XII, es en parte románica, en parte gótica. Como resto de arquitectura civil románica en Dinamarca, queda la torre cuadrada del famoso castillo de Elsenor, muy cerca del mar.
En Noruega, la arquitectura románica presenta caracteres especialísimos. Ya en otro capítulo de esta obra, al ocuparnos del arte nórdico de los vikingos y de su derivación, se ha hecho referencia a las hermosas iglesias de madera construidas de antiguo en el país, cubiertas de entrelazados y ornamentaciones. Por la planta y la disposición se infiere que estos edificios debían de imitar antiguos tipos de edificios nórdicos, con una gran linterna central sostenida por troncos cubiertos de esculturas y entrelazados, y con un ábside, flanqueado por dos absidiolas, en el fondo de uno de los brazos de la cruz de la planta. Finalmente, alrededor de la iglesia corre una galería exterior de circulación. Las puertas de estos edificios noruegos tienen relieves zoomórficos.
Además de estas construcciones de madera, hay en Noruega algunas iglesias de piedra, la más importante de las cuales es la catedral de Trondheim, con crucero románico y una torre linterna en el centro. Santa María de Bergen, primada de Noruega, reproduce el mismo tipo; pero hay, además, otras muchas construcciones mixtas con esqueleto interior de pilares de mampostería y con arcos formando dos pisos, y revestidas de una galería de madera, como una nave circular. Este tipo de iglesias se encuentra también en Dinamarca, y lo que es más singular, en Islandia, isla desprovista de bosques en absoluto, de lo que resulta que al querer aprovechar aquel tipo de construcción de madera se realice una verdadera traducción en piedra.


Puerta de la iglesia de Santa María
Puerta de la iglesia de Santa María, en Bergen (Noruega). La iglesia primada de Noruega tiene esta magnífica puerta románica, con varios arcos de medio punto en orden decreciente apoyados en columnas.