Hacia finales del siglo XIX se respiraba en el ambiente algo nuevo. Los autores de la renovación eran los pintores, ilustradores de libros y artesanos. No se puede precisar con exactitud el lugar donde se inició el movimiento innovador, quizá en Alemania, Inglaterra o Francia.
Aquí y allí los artistas se retiraban al campo, pues consideraban horribles los aspectos tediosos y faltos de fuerza de las metrópolis. Aquí y allí los grupos da artistas fundaban periódicos y revistas, en Francia la Revue Blanche (1891), en Inglaterra The Studio (1893) y The Yellow Book (1894), en Alemania Die Jugend (1895). Todavía no se había proclamado un nuevo estilo, pero se condenaba lo antiguo, el historicismo que amenazaba lo nuevo, y lo nuevo tomaba cuerpo.
El pintor Cuno Amiet (1868-1961), de Soletta, se expresaba de este modo a propósito de su estancia (1893) en el pueblo bretón de Pont-Aven, refugio de artistas; «Todo era novedoso, había personas, animales, árboles, casas, colores singulares de los que no había conocido jamás su luminosidad; líneas que ligaban de modo imprevisto los cuerpos con el ambiente». El nuevo estilo se reveló en la pintura y las artes gráficas, en frisos y cubiertas de libros, después apareció en los muebles, vasijas de barro, vasos, escalinatas y por fin, después de algunas dudas, sobre las fachadas de los edificios.
Su «escritura» se expresa en una curva: una línea que se extiende hacia arriba plegándose a la izquierda, parece mostrar un deseo anhelante por la derecha, primero combate esta inclinación —alejándose todavía un poco hacia la izquierda— pero después cambiar nuevamente de dirección se hace irresistible. Las curvas del nuevo estilo tienen un movimiento singular, arbóreo, lleno de tensión, de exaltada sensualidad que, como toda exaltación, no puede ser duradera
Fue una breve estación del arte que duró menos de veinte años. Al período comprendido entre aproximadamene 1890 y 1905 lo denominamos Liberty, debido al nombre de una tienda de Londres que importaba objetos con diseño del nuevo estilo. En Alemania se llama Jugendstil, el título del periódico Die Jugend (editado en Munich); en Inglaterra se llama New Style, en Francia Art Nouveau o también cloisonnisme. Este último nombre se inventó en Pont-Aven.
Cloison significa «pared divisoria*. Los artistas de Pont-Aven habían levantado una sólida cortina que los separaba de la tradición. Otra expresión contemporánea ilustra en el mismo sentido la actitud de los artistas: «secesión» es decir «división ruptura». Este término fue acuñado en Viena en 1897.
El estilo Liberty está documentado preferentemente en la pintura, las arles gráficas y el artesanado. Surgió a partir de una mezcla de diferentes estímulos: protesta contra el empalago, los perifollos, el excesivo decorativismo; exaltación de la naturaleza; ingenua sensualidad, a veces un tanto oprimente y una pizca de perversidad, que quizá constituye e! motivo por el que la burguesía de las metrópolis aceptó, sólo con reservas, la nueva dirección artística, como factor decorativo.
Muchos artistas, especialmente las personalidades más destacadas, tenían una fama pésima. Los testimonios arquitectónicos no son numerosos: consecuencia ésta del breve período de florecimiento. Se pueden citar algunos foyer teatrales por ejemplo el del Teatro de Munich (Münchner Schauspielhaus), cajas de escalera, puertas y cancelas dé jardines.
Es verdad que existían también muchas fachadas de estilo Liberty, pero las pocas que han quedado han sido dañadas por retoques y renovaciones. Una de las más originales, la del estudio fotográfico Elvira (1898), de Munich, fue demolida en el año 1936 por los organizadores de las edificaciones hitlerianas.
Los ejemplos más notables de arquitectura Liberty se encuentran en Barcelona (en dónde se lo denomina Modernismo), son obra de un maestro, Antonio Gaudí (1852-1926) que, con ciaras intenciones historicistas, comenzó a construir en estilo gótico y hacia la mitad de su vida, a instancias de razones de funcionalidad constructiva, ideó formas que trascienden el Liberty para acercarse a los modos estilísticos de nuestro tiempo. Gaudí tenía 31 años cuando proyectó una iglesia neogótica en un suburbio de Barcelona.
En esta obra trabajó hasta su muerte que le alcanzó porque, inmerso en sus pensamientos, no se dio cuenta de la llegada del tranvía. La iglesia llamada Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, es un fragmento, una construcción con una portada y cuatro torres, orientada al este, con un tramo de muro bastante alto en el lado septentrional que deja imaginar las enormes dimensiones de la nave de acuerdo con las ideas del artista.

La inspiración y el lenguaje arquitectónico son góticos, pero los detalles se liberan, en la misma medida, de la tradicional componente historicista y en ellos se revelan conceptos estructura les completamente nuevos que abandonan el gótico. El arco ojival, cuya parte curvilínea es todavía fundamentalmente un segmento de circunferencia, se sustituye por hipérbolas y parábolas, curvas que tienden al infinito disolviéndose en una línea recta Con respecto al arco de círculo, tales curvas parecen más incisivas y ricas en tensión.
Estas nuevas formas de arco tienen su fundamento en nuevos conceptos estructurales que Gaudí ha expresado.
a menor escala, en los edificios llevados a cabo para el Conde Eusebio Güell. El Parque Güell, proyecto de una ciudad-jardín en la parte septentrional de Barcelona, ha permanecido incompleto lo mismo que la Sagrada Familia. Se podría definir como la obra da un matemático soñador.
El esquema estático de un pilar oblicuo para un muro del Parque Güell retoma un boceto del año 1900 que podía ser también un detalle del aeropuerto Kennedy de Nueva York. Gaudí trazó sobre los bancos y parapetos del Parque Güell algunas inscripciones dedicadas a la Virgen (ocultas en gran parte a la vista) que dan testimonio, en la austera lengua catalana de su trasoñado espíritu meditativo, su piedad religiosa: Sus manos delicadas, Cuerpo hecho de estrellas, Sí la conocierais.